A menos de cinco kilómetros de Querétaro se localiza el polígono donde se instalará la planta armadora de automóviles Toyota.
Las parcelas que se compran para este fin pertenecen al ejido La Calera de Amexhe, municipio de Apaseo el Grande, y se localizan entre las vías de ferrocarril y la autopista Querétaro-Celaya, a la altura del kilómetro 12.
La distancia que existe entre los terrenos y la empresa Procter & Gamble es de aproximadamente un par de kilómetros.
Todas las parcelas de la zona son terrenos para cultivar maíz, cebada y alfalfa principalmente, con agua de pozos o residuales.
Algunas de estas tierras, son usadas todavía para sembrar, pese a que ya fueron vendidas.
Aunque gran parte del polígono es ejido, también hay pequeña propiedad, principalmente ranchos y casas campestres.
El jueves, el Congreso del Estado aprobó la donación a Toyota de un predio de 607 hectáreas, a finde que instale su planta.
En la iniciativa que presentó a los diputados, el Gobierno del Estado no incluyó el costo que tendrán los terrenos.
La diputada Beatriz Manrique Guevara confió en que el Gobierno dará a conocer el monto una vez que termine la operación.
“Son propiedad privada y otras ya de Gobierno del Estado, el resto es ejidal y tienen que informarnos a través de la Comisión de Hacienda cuál fue el valor que le asignaron”, explicó.

En mayo entregan tierras

De acuerdo a versiones de los ejidatarios, ya se les pagó a varios propietarios y les están informando que tienen que desocupar los predios en mayo próximo.
Otros serán reubicados en terrenos pertenecientes al lugar conocido como El Castillo, cercano a la zona urbana de la ciudad de Querétaro y que también forma parte del Ejido de Caleras de Amxhe.
Antonio González, campesino de la zona, es uno de los propietarios que le afectarán poco más de 30 hectáreas. Sin embargo, llegó a un acuerdo para que lo reubiquen en El Castillo.
“Mi padre, que también se llama Antonio Morales, les pidió tierras en otro lado y se firmó un contrato en diciembre donde se acordó que nos van a poner la luz y nos van hacer un pozo, pero desde ese tiempo esa gente ya no ha regresado y ahora me enteró que en mayo quieren que desocupemos”, explicó Antonio.
Dijo que al lugar ya acudieron varios topógrafos para tomar mededias de los terrenos, pero él se negó a que trazaran dentro de su propiedad porque no se ha cumplido con el intercambio de tierra.
Algunos de sus vecinos ya vendieron sus parcelas y en esta temporada ya no sembraron.
“Creo que los dueños del Rancho Los Urquiza ya vendieron porque ahí ya entraron a medir. Tan sólo ellos tenían un rancho de casi 300 hectáreas, era propiedad privada, ya no pertenecía el ejido de Calera”.
El agricultor recordó que hace 10 años tenían un rancho en el Ejido Modelo que colinda con el municipio de Santiago de Querétaro y debido al crecimiento de la mancha urbana tuvieron que vender.
Con el dinero que le pagaron a su padre compraron las 30 hectáreas en La Calera y ahora se repite nuevamente la historia.
“Hace 4 años que comenzamos a construir el rancho aquí en La Calera, pero ya le paramos y se quedó así.
“La gente que vino a negociar se comprometió a pagarnos el valor de la finca y espero que cumplan”.
Compran granja
de 300 hectáreas

A menos de un kilómetro del rancho de Antonio Gonzalez, se localiza la propiedad conocida como Granja Los Urquiza que tiene un superficie aproximada a las 300 hectáreas.
Dentro de este polígono existen cinco fincas entre casas de campo y establos ganaderos. Más al oriente colinda con El Castillo, que se ubica justo en el límite de los estados de Queretaro y Guanajuato.
En ese punto atraviesa el libramiento poniente de la capital queretana.
El camino principal de la granja atraviesa toda la propiedad desde las vías del ferrocarril hasta la autopista, donde tiene un acceso principal ubicado a cuatro kilómetros de la caseta de cobro que delimita las dos entidades.
Del otro lado de la autopista y frente a los terrenos de la Toyota se localizan las comunidades La Norita, del municipio de Apaseo el Grande, además de El Romeral, Los Ángeles y Pueblito Colonial que pertenecen a Querétaro.
Se buscó a los dueños de la granja, pero uno de sus trabajadores comentó que era imposible localizarlos, pues acuden poco al lugar, aunque reconoció que ya vendieron la propiedad.

Todavía faltan

Antolín Trejo es uno de los más de 80 ejidatarios de Caleras de Amexhe que aun no vende su propiedad a Toyota.
Su esposa platicó con am que unos gestores han ido a buscar a su esposo en varias ocasiones para negociar las parcelas, pero todavía no llegan a ningún acuerdo.
“No ha vendido”, aseguró la mujer. “Casi todos los días andan aquí unos muchachos (gestores) en una camioneta negra que parece Jeep y son los que compran”.
Comentó que uno de sus cuñados cerró la negociación y le pagaron sus tierras desde hace unos meses, pero su esposo sigue sembrando en sus parcelas porque no le han pagado al precio que le prometieron.
“Antolín anda regando la alfalfa porque sigue trabajando sus parcelas. Si no le pagan tiene que seguir usandolas”.
am contactó al agricultor por teléfono y dijo que le han ofrecido un millón de pesos por hectárea.
“Mire a mí no me han pagado porque hay un problemita con mis tierras que se está arreglando, pero sí vinieron esos muchachos de México y son los que están negociando, me dijeron que me iban a pagar a un millón y estamos esperando”, aseguró Antolin, quien es dueño de 7 hectáreas.

Los gestores

Guillermo Rodríguez es ejidatario en esta zona, y confirmó que hace tres meses se dio el acercamiento para negociar la compra de terrenos por parte de gestores de la ciudad de México.
“De un momento a otro llegaron. Cuando terminamos de chambear ya nos estaban esperando en el rancho para negociar las tierras”.
En la primera reunión, además de Guillermo se juntaron cinco ejidatarios más, pero la propuesta que les hicieron era pagarles menos que a los que habían vendido inicialmente.
“Andaba una señora en un carrito blanco, ella era la que los estaba comprando. Era de una inmobiliaria, andaba diciendo que a los de San José de Agua Azul se les estaba pagando 600 mil por hectárea”.
A los ejidatarios de Caleras, la oferta por sus tierras fue de 850 mil pesos la hectárea, ya que estas tierras, son de riego.
“Yo quiero un millón o dos”, expresó el agricultor.
La parcela de Guillermo es de cuatro hectáreas, a diferencia del resto de los ejidatarios que en su mayoría tienen siete hectáreas.
Este ejido está conformado por 83 miembros de los cuales al menos tres de ellos ya han vendido.

am corroboró que a diferencia de otros proyectos de inversión, como Honda y Mazda, en la compra de tierras para Toyota no han intervenido intermediarios del Gobierno del Estado..

Faltan parcelas por comprar

Mike Bafan, líder de proyectos de Toyota en México, informó que el proyecto de preparación para construir la planta iniciará en breve, sin precisar una fecha.

“Aún tenemos detalles para asegurar el terreno e iniciar la preparación… y no espero que sea en muchos meses, pero no puedo darte una fecha exacta… en 2019 rodaremos el primer vehículo”, dijo a am.
Consideró que una razón muy importante para elegir su ubicación en Apaseo el Grande, es el número de proveedores que hay en específico en la zona.
Cerca de 14 de los proveedores habituales de Toyota se ubican muy cerca del lugar donde instalarán su planta.
“(Guanajuato) es rico en la competencia de proveedores y nuestra intención es usar los proveedores cercanos a nosotros y quizás por la tecnología o material haya motivos para traer algunas partes de otros proveedores (…) Nuestro objetivo es obtener la mayoría de nuestras partes de la región sin tener que traerlas de otras partes del mundo o de Norteamérica”.
El directivo no quiso ahondar sobre la ubicación de la planta en Apaseo el Grande.
“Hay algunos detalles que estamos arreglando así que revelaría eso cuando arreglemos esos detalles (…) está bien mencionar a Apaseo, pero estamos trabajando en unos detalles, hay algunas negociaciones con el Estado y propietarios, preferiría no hablar de la ubicación específica de la planta hasta que eso termine”.
Toyota había decidido desde 2010 instalarse en Celaya, en el terreno que ahora ocupa Honda, pero varios aspectos se lo impidieron recordó Luis Lozano, director legal y de relaciones institucionales.
“Toyota como sabes bien vivió unos años muy complicados, primero desde el 2009 con la crisis, después en el 2010 tuvimos un asunto complicado en Norteamérica (“recalls” o llamados a revisión de autos vendidos por alertas de fallas en sus componentes de seguridad), luego tuvimos el evento del tsunami, por lo tanto en ese momento, no era el momento idóneo para tener una planta nueva en México, ni abrir una planta nueva en Norteamérica, lo que tuvimos que hacer durante esos años fue realinear y reestructurar bien nuestras capacidades en Norteamérica para tener una mejor plataforma y poder entonces, trabajar ahora sí hasta tener una planta como la que estamos anunciando”, explicó el directivo.
-¿Cuándo decidieron instalarse en Apaseo?
-Ese tipo de búsquedas y procesos de elección son los abanicos que van desde muchos lugares (…) se van eliminando hasta llegar a Guanajuato. Como mencionó (Bafan), Guanajuato y especialmente el Bajío es una zona que es para nosotros fundamental por la cantidad de proveedores que hay de la industria automotriz y por la buena calidad de la mano de obra”, explicó Lozano.

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