La pasión por el arbitraje corre por sus venas, Víctor Bisguerra Mendiola vivió su infancia en los campos de futbol acompañando a su señor padre, árbitro ya retirado cuidándole su maleta, y a los 11 años tomó el silbato para comenzar a escribir su historia pitando partidos de la categoría infantil en Lifita Jr.
Ahora con 34 años de edad, 23 dentro del arbitraje y 15 de ellos en el sector profesional, Víctor Bisguerra Mendiola, ingeniero en Productividad Industrial ya retirado del profesionalismo, enfoca su tiempo a la preparación de nuevos elementos con el recién creado Colegio de Árbitros ”Gerardo Martínez Bravo”.
Motivado por su señor padre, Víctor Bisguerra quien fue arbitro profesional, Víctor Bisguerra junior tras decirle adiós al profesionalismo por circunstancias hasta cierto punto injustas, emplea su tiempo en capacitar a jóvenes e incluso ya mayores que quieren aprender las reglas del arbitraje.
Y como él mismo lo señala, luego de 15 años de arbitro profesional rompe el silencio y revela que “hubo una separación por algunas cuestiones dentro de la Comisión de Árbitros y ahora estamos trabajando solamente en este proyecto en el que tenemos ya cuatro meses con 15 integrantes entre jóvenes que pueden dar el salto al sector profesional y adultos que quieren mantenerse activos y actualizados en las reglas de esta profesión”, respondió en tono sencillo, con el trato amable que siempre lo ha caracterizado y educado al dirigirse hacia sus semejantes.
¿Qué opinión tienes del arbitraje actual?
“En cuestión amateur nos hemos relajado muchísimo, hace más de 20 años que yo inicié con colegios formados, buenos elementos, con buen nivel, desgraciadamente ahorita me doy cuenta que no hay colegios de árbitros, no hay capacitación para los árbitros y sobre todo que no hay ese empuje ni esa atención a este sector, por eso se ve mucha violencia dentro de las canchas, porque en parte el arbitraje no nos está ayudando”, refirió.
“En la cuestión profesional creo que la nueva Comisión de Árbitros entró con nuevas ideas, nuevos proyectos y lo que me agrada es que se le está dando oportunidad a muchos jóvenes, que aunque vienen errores los siguen proponiendo y es la manera en la que uno puede aprender, gracias al trabajo y apoyo del ingeniero Gerardo Martínez Bravo, quien es el delegado de la Comisión de Árbitros en Guanajuato”, resaltó
¿Qué opinas de la violencia en el futbol?
“Es preocupante lo que está pasando, lo estamos viviendo desde el sector amateur hasta el profesional, por esta situación, repito, la capacitación de los árbitros juega un papel muy importante, que conozcan las reglas y que sepan aplicarlas con firmes y aplomo, pero también cuenta mucho la respuesta y apoyo de las autoridades”.
¿Qué satisfacciones te deja el arbitraje?
“Yo creo que es muy bonito vivir el sector profesional, dentro y fuera de la cancha todo es muy bonito, el nivel de juego, la misma preparación, yo creo que algo que me deja y con eso me voy contento del arbitraje es que aprendemos muchas cosas fuera de la cancha, muchos valores, enseñanzas que no te deja el dinero, sobre todo con mis niños ahorita, verlos correr detrás de mí, para un servidor es un orgullo”, asentó en tono optimista Víctor Bisguerra.
¿Traes el arbitraje en la sangre?
“Sí de muchos años, mi papá Víctor Bisguerra como árbitro fue asistente durante 10 años en Primera División y desde niño yo en las canchas cuidándole su maleta, viendo los partidos, poco a poco así nos fuimos acercando, empecé cuando tenía 11 años, sonríe”.
Recuerda: “De repente me decían, vamos a jugar, yo les contestaba, soy malísimo, pero de arbitro puedo hacer algo y así fue, toda mi familia es de árbitros, ahorita mis hermanos están en Liga de Ascenso, llevan una buena carrera y esperemos que los hijos sigan esta misma profesión”.
Anécdota…
Dentro de la charla, Víctor Bisguerra recordó un hecho que marcó parte de su carrera y su vida, él mismo lo califica como un ejemplo de vida “Se me presentó tener un partido importante, tener un problema fuerte en puerta en ese momento y al mismo tiempo tener un problema familiar”, citó en tono triste.
Pero al momento alzó la vista y continuó: “Dios es muy grande, de repente nos pone ese tipo de pruebas y hay que inclinarse hacia algún lado, entonces en esa ocasión a mi me toca tener a mi esposa en el hospital y un problema fuerte en el Club Correcaminos, como que mi vida se dividía, tenía que tomar una determinación y al final dejo todo lo del arbitraje, me voy con la salud de mi esposa y me dejan fuera un torneo en la Liga de Ascenso por esa situación”, lamentó.
“Desgraciadamente así se manejó conmigo, casualmente fue Correcaminos, pasa un año después y le estoy pitando la final a Correcaminos en La Piedad, es una sensación de que la misma gente, la prensa dice, es que otra vez Correcaminos, pero nadie sabe en sí qué pasó, pero pitar la final a ese equipo con eso demostré que yo era justo y que si estaba ahí era porque lo merecía, independientemente del equipo”, sostuvo en tono firme.
¿Tu paso por el profesionalismo?
“Me toco pitar en todas las divisiones, dos años en Tercera División, tres más en Segunda División, cinco años en Liga de Ascenso y tres años en Primera División”.
Para avalar lo anterior detalló:” En Primera División sancioné 13 partidos, uno fue Puebla-Toluca, me fue muy bien, Atlante-Jaguares, ahí hubo una expulsión que se me fue por todos lados y ahí se me empieza a complicar un poco la continuidad en el máximo circuito y posteriormente a la fecha llega el retiro”, aceptó.
¿Tu familia quienes la integran?
“Mi esposa se llama María Guadalupe Rivera, ella es educadora, mi bebé de dos años y Víctor Bisguerra Guido de siete años, somos cuatro de familia”, dijo en tono orgulloso.
¿A qué te dedicas además del arbitraje?
“Mi carrera es Productividad Industrial, ahorita que se detuvo el arbitraje profesional el proyecto es con el Colegio de Árbitros “Gerardo Martínez Bravo” en lo deportivo y en cuestión laboral estamos procesando uniformes, la vida tiene que seguir pero siempre haciendo lo que a uno le gusta porque hay una familia que depende de uno y jóvenes con deseos de aprender el arbitraje, lo cual un servidor lo hace con mucho gusto porque repito, es parte de mi vida y qué mejor que trasmitirle los conocimientos que uno tiene a las nuevas generaciones”, concluyó.