Dos organilleros de Ecatepec de Morelos, Estado del México, deleitaron a piedadenses con melodías de la música popular mexicana como: Amor eterno, La mixteca, Las mañanitas y Varita de Nardo, entre otras.
Estos visitantes, Fabián y César Martínez, manipulan un organillo, aparato que reproduce melodías que son grabadas en cintas o cilindros de madera o metal por medio de perforaciones.
Se dice que esta práctica fue difundida inicialmente en el norte de Europa, cabe mencionar que este componente nostálgico de la cultura y sociedad del siglo XIX se dio en varios países como, Alemania, Francia, Suiza, Argentina, Chile y México.
Los organilleros comentaron que en la Ciudad de México es donde más se concentran, sin embargo la demanda los obliga a salir a las provincias para promover la cultura del organillo. Cabe mencionar que el organillo tiene más de 200 años en el país.
“Cada país toca sus canciones populares, el organillo funciona como las cajitas musicales, el organillo funciona a base de aire y la canción es grabada en un cilindro de madera”, dijo César.
Al parecer el organillo que ellos ejecutan tiene más de 60 años y fue hecho en Chile, la mayoría de sus piezas son de madera y metal. Asimismo el traje en color café y la gorra, es la indumentaria oficial de cualquier organillero.

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