Elena Poniatowska recordó ayer los desplantes de Lupe Marín, los papeles al viento de Chucho Reyes, los arcos puros de Luis Barragán, la fuerza de José Clemente Orozco y la timidez de Juan Rulfo, pero también a los contemporáneos Antonio Ortuño, Bernardo Esquinca o Alejandra Xanic.
“Qué tiene Guadalajara que le ha dado al mundo tantos valores, por qué han salido de Jalisco tan singulares obras de arte y tan increíbles aciertos en el campo de las letras. Surgieron en Jalisco los trazos a sangre y fuego de Orozco y las palabras como terrones de tepetate de Juan Rulfo”, dijo la escritora en un discurso luego de recibir el Doctorado Honoris Causa de parte de la Universidad de Guadalajara.
“Será que sus creadores cantan, será su cielo claro, su limpidez, será que es una ciudad que no ha perdido su contacto con la tierra y su armonía con la naturaleza, será que porque los tapatíos difícilmente pierden el duende que tenían de niños. Será porque a Guadalajara aún no la invaden los marcianos del DF. Será porque la escogió Fernando del Paso y le puso una camisa rosa y un pantalón verde manzana”, expresó la también periodista.
Honran a Poniatowska
Elena Poniatowska recordó ayer los desplantes de Lupe Marín, los papeles al viento de Chucho Reyes, los arcos puros de Luis Barragán, la fuerza de Jos