“Presidente Juárez” cerró un ciclo de 26 años, con el viaje a París, Francia, del mandatario Enrique Peña.
El Boeing 757-225 acumuló en los últimos cuatro años una serie de fallas, elevó su costo de mantenimiento y dejó de ser funcional.
Integrantes de la tripulación advirtieron que esta aeronave tiene tecnología antigua que complica su operación ante los nuevos estándares internacionales y que su autonomía es insuficiente y riesgosa.
Además, fuera de México es frecuente que al avión presidencial no se le permita descender en algunos aeropuertos, debido a que es ruidoso y contamina.
La aeronave cuenta con dos depósitos para combustible, pero uno no sirve. El costo de mantenimiento entre 2006 y 2012 fue de 15 millones 223 mil 361 dólares.
Y ahí viene el nuevo. El nuevo avión presidencial, que se prevé arribe a territorio nacional el 18 de diciembre próximo, tiene un costo que ronda los 6 mil 308 millones de pesos y tendrá una vida útil de 25 años.
En otros países, como en el caso de Grecia, es común que el avión del presidente en turno también sea utilizado para otras actividades, como para prestar auxilio a la población en casos de emergencia.
En Perú, el presidente Ollanta Humala ha explicado que la aeronave presidencial no sólo transporta al titular del Ejecutivo, pues sirve para diversas actividades de acción cívica. En 2010, trasladó 54 toneladas de ayuda humanitaria a Haití, devastado por un terremoto.
En México, el gobierno no ha informado si el avión “José María Morelos y Pavón” tendrá otros usos.