TlaquepArte está en León

Por segunda ocasión León recibe la exposición de artesanía, joyería, regalo y decoración, ‘TlaquepArte’.
La exposición nació hace 18 años con el objetivo de promover la artesanía mexicana, hoy en día participan 150 stands de diferentes países como Panamá, Paraguay, Colombia, Cuba, Ecuador, Perú, Nueva Zelanda, Grecia, Egipto, Senegal, Turquía, India y Rusia.
Además, artesanos de distintos lugares de la República Mexicana exponen sus productos tradicionales de zonas como Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Jalisco y Estado de México.
Por parte de Guanajuato, se presentan 18 locales, de los cuales 10 son artesanos leoneses.
Sandra Zermeño, productora leonesa de joyería artesanal, trabaja con zafiros, esmeraldas, rubíes y perlas de distintas regiones del país. Sandra tiene cinco años haciendo estas joyas por hobby hasta que se decidió a comercializarlas.
“Cuido mucho los detalles, las pulseras tienen 90 nudos y vienen con perlas del Mar de Cortés, todas las piezas son únicas, se hacen todas a mano”, dijo Sandra.
Para dar una idea de la calidad de su producto, Sandra dijo que el cultivo de perlas en México, es de 4 kilos al año, mientras que en China o en Japón se llegan a cultivar hasta mil 500 toneladas.
Paola Rosendo es una artesana del pueblo de Olinalá, Guerrero, en la expo vende cajas de madera, alhajeros de madera, que al momento de abrirlos, despiden un extraño olor natural parecido al césped mojado, pero su producto estrella, necesita un año para poder prepararlo.
Paola siembra la planta trepadora ‘Lagenaria siceraria’ conocida como Calabaza de Peregrino o ‘Bule de Agua’, ella toma los frutos de la planta para decorarlos y venderlos como recipientes de agua.
“Esto lo usan en mi pueblo de muchas formas, yo los decoro con materiales naturales, lo que más me cuesta trabajo es el decorado, pero me gusta hacerlos, me siento muy bien cuando termino”, dijo Paola.
Por su parte Gregory Shaljyan, originario de Rusia, tiene 25 años de su vida como artesano, sus principales productos son el ámbar, el jade y las tradicionales muñecas rusas conocidas como matrioskas.
Gregory tiene más de mil modelos diferentes de pulseras y collares, además de 400 modelos de anillos, y 50 matrioskas decoradas con distintos pasajes de la historia rusa, desde la época de zares, las guerrillas, el marxismo y leninismo, pero lo que más se vende en México es sin duda el ámbar ruso.
“México compra mucho ámbar porque son muy supersticiosos, lo usan como fuente de energía, piensan que atrae dinero y buena suerte, es lo que más se vende aquí”, dijo Gregory Shaljyan.
En cuanto al stand de Grecia, la cuna artística de la civilización occidental, ofrece principalmente tableros de ajedrez con piezas en forma de paladines, hoplitas y falange, principales soldados de la historia militar griega.
“Los tableros están hechos de aleaciones de cobre, zinc, aluminio y magnesio, también tenemos figuras de dioses hechas de un material que se extrae de las minas de Grecia, nuestros barros y vasijas están chapadas en oro y algunos tarros tienen figuras de dioses griegos”, dijo Xari Kokkinidis, artesana griega.
“Los tableros se pintan a mano y se hornean, en las casillas se pintan algunas figuras, todas diferentes entre si, ninguna se repite”, explicó Xari.
En cuanto a Egipto, los productos iconos del país son los dibujos en papiro.
Mostafa Ibrahim contó la historia de un retrato original de la obra ‘El juicio final’ equivalente en importancia a ‘La última cena’ o el ‘Garbhadhatu’ budista.
“Este retrato es como imaginaron los egipcios la otra vida, representa al muerto enfrente de los 42 jueces, el más grande que va primero es Ra, después va con Anubis y pasa por la balanza del juicio, ahí se decide qué va a ser de su alma”, platicó el expositor sobre sus creaciones.
El papiro donde se copia ‘El juicio final’ mide dos metros de largo y un metro de ancho, cuesta 2 mil 900 pesos y está hecho sobre planta de caña que se debe de aplastar hasta que tenga la forma de un tapete para poder pintar en ella.