Un hombre en Georgia está por ser ejecutado la noche del martes tras ser condenado por falsificar cheques y matar a un amigo cercano de su madre.
Brian Keith Terrell, de 47 años, debe ser ejecutado a las 7 de la noche (0000 GMT) en la Prisión Estatal de Jackson. Fue hallado culpable del asesinato en junio de 1992 de John Watson en Covington, a unos 56 kilómetros (35 millas) al este de Atlanta.
Los abogados de Terrell dicen que él es inocente, que no hay pruebas que lo vinculen a él con el crimen, y que los fiscales usaron testimonios falsos o engañosos para conseguir un fallo. Los fiscales señalan que otros tribunales ya han estudiado y rechazado esos argumentos.
La Junta de Indultos del Estado de Georgia, la única entidad con la autoridad para conmutar una pena de muerte, rechazó el lunes el pedido de Terrell de perdonarle la vida. Terrell ha presentado recursos en otros tribunales también, que siguen pendientes.
Terrell estaba bajo libertad condicional cuando robó y falsificó cheques que pertenecían a Watson, quien reportó el robo pero pidió a la policía no procesar al hombre si se le devolvía el dinero. El día en que Terrell iba a devolver el dinero, fue llevado por su primo a la casa de Watson, donde disparó contra el hombre de 70 años y le propinó una severa paliza, según el expediente.
El primo de Terrell, Jermaine Johnson, también fue enjuiciado y llevaba más de un año en la cárcel, bajo amenaza de pena de muerte, cuando aceptó un acuerdo con la fiscalía para testificar contra Terrell. Se le permitió a Johnson declararse culpable del cargo de robo y fue sentenciado a cinco años de cárcel.
Una investigadora para la defensa dijo en una declaración jurada que Johnson le dijo a ella y al abogado Gerald King que tenía entonces 18 años y enfrentaba la posibilidad de la pena de muerte cuando fue presionado por la policía y los fiscales para que testificara contra su primo. Johnson, añadió, desea decir la verdad bajo juramento pero teme que entonces será procesado por perjurio.
La fiscalía, según los abogados, presentó evidencias engañosas como el testimonio de un vecino de Watson que mintió al decir que vio a Terrell en el lugar del crimen.
Terrell también ha presentado un recurso judicial afirmando que las autoridades no pueden garantizar que las drogas usadas para ejecutarlo serán seguras y eficaces.