El barrio de La Purísima estuvo de manteles largos por la celebración anual en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Durante todo el día una banda de viento amenizó el festejo con sus célebres notas tocando desde el kiosco del jardín; la mañana estuvo un poco desangelada, pues se apreció poca afluencia de personas.
En punto de la 1:00 de la tarde, se llevó a cabo la misa concelebrada por el Vicario Episcopal y Rector del templo de La Purísima, Leopoldo Maldonado Razo; con el Señor Cura del Santuario del Señor de La Piedad, Guillermo Reyes Carmona; así como el clérigo del Santuario de la Virgen de Guadalupe, Salvador Vázquez Flores y otros presbíteros.
Fieles presentes
La devota feligresía de la Virgen de la Inmaculada Concepción se presentó puntual en la misa concelebrada, en la cual fervientes estuvieron orando y cantando las alabanzas.
La lectura del Evangelio de Lucas corrió a cargo del Señor Cura, Salvador Vázquez; la interpretación del pasaje fue ofrecida por el sacerdote Guillermo Reyes, quien mediante su reflexión invitó a los presentes a mantenerse en la fe y vivir libre de actos que vayan en contra del prójimo.
Además, reiteró a los parroquianos a participar en la eucaristía y hacer lo posible por llevar una vida digna en todos los aspectos, ante la sociedad y ante su familia y círculo social.
Pirotecnia se yergue
Durante el transcurso del día se pudo observar como se iba armando la estructura del castillo de pirotecnia, uno de los mayores atractivos de estas festividades patronales.
A tempranas horas el comercio de comida y otros artículos aún no era visible.