En una tarde de toros lluviosa y con aires de Los Andes, el joven peruano Andrés Roca Rey fue el máximo triunfador al cortar tres orejas, dos de ellas a un toro de regalo, en la Tradicional Corrida Guadalupana en el coso de “La Luz” y salir a hombros de la plaza.
Sus alternantes no se fueron en blanco y tanto Octavio García “El Payo” como Diego Silveti sumaron una oreja cada uno. En total se concedieron cinco orejas.
Para este festejo taurino se jugó un muy bien presentado encierro de la ganadería guanajuatense de Begoña, con edad, peso y trapío. Los corridos en quinto y sexto lugar impresionaron por su trapío. El primero de Silveti y el primero de Roca Reye fueron bravos y con clase.
Una gran entrada la que hicieron los aficionados a la fiesta brava en los tendidos del coso. Poco más de tres cuartos y a pesar de la tarde fría, hubo un gran ambiente en la plaza.
Familias completas tuvieron que regresar boletos porque de acuerdo al reglamento no se permitió el acceso a los menores de edad. El único privilegiado fue un niño que iba con guardias personales y al que metieron por el patio de cuadrillas, luego por el callejón hasta una barrera de primera fila, porque aseguraron a la empresa que era el hijo del Secretario de Seguridad Municipal, Luis Enrique Ramírez. Padres de familia que llevaban a sus hijos protestaron.
El empresario y ganadero, Juan Pablo Bailleres, dijo que se mantiene en pie el proyecto de un Centro de Espectáculos de primer mundo, pero mientras el ayuntamiento mantenga la prohibición de la entrada a los niños, no se llevará a cabo.
Ya en lo taurino, el que causó una grata impresión fue el espigado y valiente torero peruano Andrés Roca Rey, triunfador de Madrid. No decepcionó. Valiente y artista en el ruedo se hizo ovacionar en serio.
En su primero mostró su brillante y artística tauromaquia con capa y muleta y cortó oreja de una buena estocada ante el delirio de los aficionados. Su segundo fue un toro impresionante, que causó pánico entre los subalternos. Fue un herradero.
El toro dio muestras de estar reparado de la vista. Lo despachó pronto y anunció un regalo.
Salió de chiqueros un toro de San Miguel de Mimiahuapam al que le hizo una faena valiente. Mató de estocada efectiva. El juez Javier Ortiz y su asesor Raúl Flores le otorgaron dos orejas, que algunos protestaron.
El primer espada fue Octavio García “El Payo” que estuvo voluntarioso en su primero y en su segundo valiente y esforzado hasta cortar una oreja.
Diego Silveti también tuvo una buena actuación en su primero al que le cortó la oreja, y el su segundo, un toro con toda la barba, estuvo simplemente voluntarioso. El toro pesó en el ruedo.
De los Andes para León
Con una gran faena, Andrés Roca Rey se lleva la tradicional Corrida Guadalupana.