Con más de 35 años vendiendo el tradicional pan de Numarán, en esta ciudad y en sus comunidades,  Nazario Ramírez García señaló que es un buen empleo porque de la venta saca recursos para mantener a su familia.
Comentó que inició cuando tenía 14 años de edad, y, que va hasta el vecino poblado de Numarán por el tradicional pan a temprana hora, para iniciar la oferta del mismo en punto de las 10:30 de la mañana a las afueras del Mercado Gildardo Magaña.
El comerciante señaló que se dedica a la venta del producto todo el día, ya que después de levantar su negocio del Mercado, acude a visitar las rancherías aledañas de la ciudad a ofrecer el pan.
Reconoció que ser panadero tiene su chiste, ya que tiene que caminar largas distancias como lo hacen sus demás colegas para terminar de vender las artesanías elaboradas a base de harina, azúcar, canela y levadura dentro de un gran horno de piedra.
Nazario detalló que el precio en el pan es accesible y que además es sabroso, y que en esta temporada invernal las ventas se incrementan porque el cliente lo demanda para acompañarlo con un chocolate de olla o incluso un café para deleitar su paladar.

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