La próxima vez que vayas a surtir tu despensa, fíjate bien en los precios que se manejan en productos como desodorantes, rastrillos y demás cosas que tienen una versión femenina y una masculina.
Según un estudio realizado por el Departamento de Asuntos del Consumidor de la Ciudad de Nueva York -el cual analizó más de 800 productos- encontró que aquellos que están envasados para un género específico varían de precio aunque sean exactamente lo mismo. Esto quiere decir que los productos “para mujeres” cuestan hasta un 25 por ciento más.
El comisionado de la DCA, Julie Menin, quien estuvo a cargo de la investigación, reveló que las cifras muestran una forma insidiosa de discriminación de género, esto debido a la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres.