Si lo que busca la NFL es que casi todos los equipos tengan posibilidades de obtener un cetro divisional o un boleto de comodín en diciembre, se ha quedado cerca de esa meta en 2015.
Pero si lo que pretende es mejorar la calidad que despliegan los equipos, está muy lejos.
Irregularidad, falta de un recambio entre mariscales de campo e incapacidad arbitral, han afectado en sobremanera a una ensombrecida temporada de la NFL.
Vale la pena elogiar el trabajo de Panthers, Patriots, Cardinals, Broncos y Bengals, que durante buena parte de la temporada han destacado. Impresiona también el desempeño de Chiefs, Steelers y Seahawks en la segunda mitad de la campaña.
Pero Kansas City perdió cinco encuentros en fila, y solo se desperezó después de una derrota ante Denver. Seattle desperdició las ventajas que le ofrece su casa y cayó dos veces en el CenturyLink Field, además de llevarse un triunfo sobre Detroit sólo por los errores de los árbitros. Pittsburgh llegó a estar 4-4 y de algún modo cayó en casa ante Baltimore.
Lo más extraño, incluso risible, ha sido la calidad en la División Este de la Conferencia Nacional y en el Sur de la Americana. Todavía es posible que en ambas divisiones se corone un equipo con foja perdedora, que sin embargo será local en el duelo de comodín.
Hoy mismo, parece acertado señalar que la mitad de los 32 equipos no tiene la seguridad de que su quarterback es el idóneo.
Hay esperanza con gente como Jameis Winston, Marcus Mariota, Derek Carr, Teddy Bridgewater y Blake Bortles, integrantes de una nueva generación, así como con Cam Newton y Russell Wilson, candidatos al Jugador Más Valioso. Pero es difícil predecir cuál será la futura elite en esta posición .
Cuando se marche la generación actual de estrellas, es difícil considerar que desde las filas colegiales surgirá un número suficiente de reemplazos.
El tema arbitral no mejora las críticas para la NFL; desde siempre, era común que los fanáticos culparan a los jueces por las derrotas, mientras que los gerentes generales y los entrenadores preferían morderse la lengua para evitar estas provocaciones.
Ahora, varios aseguran que los árbitros han perdido el rumbo. La NFL deberá analizar la forma en que los selecciona y alternativas para el reglamento.
Por ahora, solo hay que esperar que, en esta campaña de mediocridad, un error de los árbitros no termine decidiendo el gran partido del 7 de febrero.
› Juegos semana 16
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Carolina VS Atlanta
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