La fuga de tres asesinos de una prisión de máxima seguridad de la provincia de Buenos Aires el domingo amenaza con convertirse en un escándalo político al poco de iniciar su mandato el presidente Mauricio Macri.
La espectacularidad de la fuga agita las aguas turbias de la cloaca política argentina. A las 2:45 de la madrugada del domingo, con un arma de juguete, Martín y Cristián Lanatta, de 40 y 41 años, y Víctor Schialli, de 33, sometieron a dos carceleros y salieron en un Fiat Uno por la puerta de la prisión General Alvear, situada a 219 kilómetros al sur de la capital del País.
Las autoridades atribuyeron a móviles políticos la huida de los evadidos, condenados por una serie de homicidios en 2008 vinculados con el tráfico de efedrina a México y que figuran entre los más buscados por Interpol.
La fuga de los tres hombres de la sección de sanidad del penal significó el primer sacudón para la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, que comenzó el 10 de diciembre.
Vidal, primera gobernadora en la historia del mayor distrito de Buenos Aires, pertenece al frente electoral Cambiemos que llevó a la Presidencia al conservador Mauricio Macri.
Los tres detenidos cumplían la máxima pena de prisión por los homicidios del farmacéutico Sebastián Forza, su socio Damián Ferrón y el empresario Leopoldo Bina, en 2008. El triple asesinato desató una fuerte conmoción en el País, por revelar mafias de laboratorios involucrados en el tráfico de efedrina a México.
Vidal denunció que la fuga de los tres condenados contó con “la complicidad del Servicio Penitenciario”, por lo cual removió a su cúpula, intervino la cárcel y anunció una profunda reforma del sistema penitenciario.
“El narco no está sólo involucrado en el Servicio Penitenciario, ha penetrado en la política”, aseveró la funcionaria.
Deslinde   kirchnerista

Martín Lanatta denunció en agosto pasado en un programa televisivo que Aníbal Fernández, en ese entonces jefe del Gabinete del Gobierno de Cristina Fernández y candidato a Gobernador bonaerense, fue el autor intelectual de los crímenes cometidos en 2008. El ex funcionario negó la acusación y denunció que fue una maniobra para provocar su derrota en la contienda ante Vidal.
Los reos son buscados intensamente en todo el País, con atención especial en las fronteras. La justicia solicitó la captura internacional de los tres hombres, que ayer figuraban entre los más buscados de Interpol. A su vez el Gobierno bonaerense fijó una recompensa de dos millones de pesos (150 mil dólares) para quien brinde datos precisos y ubicación de los asesinos.

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