El proceso de construcción de la calle Mérida molesta a los automovilistas, pues una zanja hace caer bruscamente las llantas de sus coches.
El cruce de esta calle con el bulevar Adolfo López Mateos tiene una zanja que cruza los cuatro carriles del Malecón del Río hacia el Poliforum. Pero también abarca el carril de la oruga en sentido opuesto.
La zanja es de aproximadamente medio metro de ancho y aunque tiene tierra para evitar que sea un hoyo con profundidad, con el paso de los vehículos se desgasta.
“Pareciera que no las han acabado, y puede ser un golpe por alcance, porque el semáforo te marca el verde y tú arrancas y no te das cuenta que hay un hoyo, porque parece que tiene tierra. Ya que pasas, sientes que el coche se atora, aunque le puedes esquivar”, comentó Juan Ramón Pérez, que utiliza la vialidad a diario.
El mismo problema ocurrió hace dos semanas en el cruce de los bulevares Francisco Villa y Adolfo López Mateos, donde pese a la tierra, los coches se atoraban en la zanja.
“El problema es quien no pase por aquí y venga más rápido no alcanzar a frenar y su coche se daña, y si se frena repentinamente, un accidente. Esos hoyos no permiten que circulemos como debe ser”, agregó Pérez.
Justifican obras
La Dirección de Obra Pública informó que las zanjas forman parte de la instalación de un colector que está por terminar.
La introducción del colector conecta el drenaje de la calle Mérida con el bulevar Adolfo López Mateos, y por la noche se introduce el ducto y por la mañana debe cerrarse.
A través del área de Comunicación, se informó que se seguirá poniendo tierra en las zanjas para que no dañen los vehículos y que a la brevedad serán pavimentadas para evitar molestias.