Para gobernar Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco quiere que le den de inmediato un Palacio y 700 millones de pesos. Así lo solicitó a dirigentes perredistas su representante José Manuel Sanz en un encuentro realizado la semana pasada.
Sanz, quien ha sido promotor de Blanco durante su vida activa como futbolista, es ahora el representante del alcalde electo de la capital morelense en las tareas de transición.
En esa calidad acudió con líderes perredistas, entre ellos Jorge Messeguer, a quienes pidió también interceder ante el Gobernador de Morelos, Graco Ramírez, para que sean sustituidos los regidores electos del partido del sol azteca por personas que no bloqueen a Blanco su gestión municipal.
Según información proporcionada a Reforma por participantes en el encuentro, Sanz expresó que tenía todas las facultades para negociar en nombre del alcalde y comentó que Cuauhtémoc Blanco no será quien tome las decisiones de la alcaldía.
“Cuauhtémoc no decide nada. Él solo viene y firma”, expresó Sanz a sus interlocutores, según las versiones de participantes en la reunión.
El representante formuló cuatro peticiones a los perredistas.
“Primero, pedimos que respeten la soberanía del Municipio; segundo, queremos que todos los bienes del gobierno estatal que se encuentran en el Municipio sean entregados a la alcaldía para su administración”, pidió.
De manera primordial, Sanz solicitó el Palacio de Cortés, edificio emblemático de Cuernavaca, actualmente habilitado como museo y que Blanco quiere como despacho de gobierno.
También pidió el Jardín Borda, el Estadio Bicentenario y el Auditorio Teopanzolco, entre otros, para ejercer su administración desde la alcaldía.
Como tercer punto, demandó la sustitución de todos los regidores electos del PRD por otros “que no nos bloqueen”.
Su cuarta demanda fue que de los créditos que ha solicitado el gobierno estatal debe entregar una parte proporcional a Cuernavaca. “Como eso significa 35 por ciento del Estado deben entregarnos directamente 700 millones de pesos”, emplazó Sanz.
Según las fuentes, Messeguer rechazó las solicitudes. “Mejor lean cuáles son sus atribuciones y facultades. Qué deben de hacer en el tema de la basura, del alumbrado, del mejoramiento de banquetas”, replicó.
Blanco, quien ganó las elecciones municipales en junio pasado abanderado por el Partido Social Demócrata, tomará posesión mañana jueves.
‘Blanco sí recibió millones’
A unas horas de que Cuauhtémoc Blanco tome posesión como alcalde, el ex edil Manuel Martínez Garrigós insiste: “Recibió 8 millones de pesos para ser candidato del PSD y no vive en la ciudad que pretende gobernar durante tres años”.
En entrevista, el priísta que encabezó la Presidencia Municipal en el pasado trienio afirma que, junto con su equipo, fue quien llevó a Blanco a ganar la contienda electoral.
“Yo participo en esa campaña coordinando el ‘cuarto de guerra’, en una jugada pragmática, lo asumo con toda responsabilidad. Yo coordiné toda la estrategia”.
Esa coordinación, señala, es la que me permite afirmar que, contrario a lo que el equipo del ex futbolista asegura, Blanco no vive en Cuernavaca, por lo que no cumplió con el requisito de residencia mínima.
“Supongo que (vive) en el DF. Yo veo que es una gente que no le gusta Cuernavaca”.
Para conseguir la candidatura, Blanco presentó documentos con lo que acreditó que desde el 2 de enero de 2002 renta una vivienda en la calle Coyotepec de la colonia Lomas de Cortés, al norte de la ciudad.
De acuerdo con el contrato de arrendamiento, la casa le fue alquilada a Blanco por Roberto Yáñez Vázquez, regidor de Cuernavaca por el PSD en el trienio 2009-2012 y padre de Roberto y Julio, ex diputado y diputado local por ese partido, respectivamente.
Vecinos de ese domicilio aseguran que Blanco nunca ha vivido ahí.
Martínez Garrigós confirma el testimonio y añade que en la campaña política Blanco y su representante, José Manuel Sanz, durmieron en dos departamentos rentados por los Yáñez en la avenida Diana.
También reitera que Blanco recibió un pago de 8 millones de pesos a cambio de aceptar ser candidato del PSD a la Alcaldía.
“Cuando nosotros estábamos tres, cuatro puntitos arriba (en las encuestas) nos sentamos en un ‘cuarto de guerra’ y veo una gran molestia de Sanz, y entonces, empiezan a hablar del contrato.