Esta mañana, Ulises Macías, Arzobispo de Hermosillo, presidió la misa de la Divina Providencia de Año Nuevo en la Parroquia de La Divina Providencia.
Durante su homilía habló sobre agradecer todo un año, una historia ininterrumpida de la vida y el amor de Dios.
“Pasó el año, el pasado ya no nos pertenece, ya no podemos remediarlo, está en las manos del Señor. Pero sí podemos pedir perdón, evaluar, reconocer con humildad para suplicarle al señor que el año nuevo sea más santo, nos comprometa más en nuestra fe y nuestra vida cristiana”, expresó el Arzobispo de Hermosillo.

Bendicenvelas y agua

Como ya es una tradición, miles de fieles católicos acudieron a la misa de la festividad de La Divina Providencia, el primer día del año, para bendecir imágenes, botellas con agua y veladoras.
El Arzobispo de Hermosillo, el leonés José Ulises Macías, consideró una bendición que acudieran al templo familias completas para recibir la bendición.
Incluso pidió que los fieles bendijeran a los sacerdotes que concelebraron la misa.
“Bendigo a los esposos y esposas para que se amen y se perdonen; bendigo a los jóvenes para que no se olviden de Dios y a su Iglesia y puedan seguir soñando en la vida.
“Bendigo a los ancianos para que tengan la ilusión del atardecer; bendigo a los pobres para que sientan nuestra cercanía e interés por ellos; bendigo a los enfermos para que sepan vivir con esperanza y nunca olvidemos que la bendición de Dios Padre es Jesucristo Nuestro Señor”, dijo el Arzobispo.
Los fieles cumplieron con la devoción de cada año, que consiste en llevar a bendecir 12 velitas al templo de la Divina Providencia y depositar tres monedas iguales, una por el Padre, otra por el Hijo y la tercera por el Espíritu Santo, lo que simboliza pedir para que no falte el dinero, la salud y la unión familiar.

Piden por la paz

En el primer día del año los fieles católicos piden y oran por la paz del país, en celebración de la Jornada Mundial por la paz.
“La paz se convierte en camino y meta desde nuestra esperanza porque somos hombres y mujeres creyentes y todos estamos llamados a construir esta paz que tanto anhelamos y a comprometernos con ella”, dijo el Arzobispo de Hermosillo, José Ulises Macías Salcedo.
En la homilía de la misa de La Divina Providencia, Monseñor lamentó que se este viviendo en un clima de violencia y de conflictos.
“Lamentablemente nuestra familia, toda la humanidad, está viviendo graves conflictos y no vivimos como hermanos que somos, si viviéramos como hermanos no estaríamos con tantas crisis y problemas en el mundo.
“Debemos de luchar por trabajar y crear un mundo bien hecho, que Dios sueña y que nació de sus manos por la creación”.
Agregó que los fieles católicos viven el año de la Misericordia, que invita a la paz y a la concordia.
Los deseos del Papa Francisco en su mensaje del Año Jubilar dijo, es que se viva con un profundo sentido cristiano el año que inicia “abriendo el corazón y nuestras vidas a nuestros hermanos y a Dios siendo misericordiosos”.

Viene el Papa a sembrar esperanza

El Papa no viene a resolver problemas del País pero sí a sembrar esperanza y confianza en Dios, dijo el arzobispo de Hermosillo José Ulises Macías Salcedo-
“Si no comenzamos por cambiar uno mismo, no vamos a lograr nada. Cambia tú, a tu pequeñito mundo. Y cuando nuestras familias cambien, cambiará el mundo”, dijo en su mensaje en la misa de acción de gracias con motivo del año nuevo.
Monseñor presidió la misa en la parroquia de la Divina Providencia en León, como lo ha hecho desde hace 32 años, recordó que el año que pasó quedó marcado por el inicio del Año Jubilar y por el anuncio de la visita del Papa a México.
“El año que iniciamos sí está en nuestras manos, es nuestro el mañana, el futuro; tenemos que hacerlo mejor y más santo que el anterior. Dios nos entrega una página en blanco en nuestras vidas para que escribamos llenos de misericordia que es a lo que nos invita el Papa Francisco este año: ser misericordiosos como el Padre.
“Dar el corazón al pobre, al que me necesita, dar lo mejor de nosotros a los demás, especialmente a ellos por eso el Papa viene México, para expresarnos su misericordia como la del Padre”.
El Arzobispo hizo énfasis que el Papa no viene a resolver los problemas que hay en México.
“Lo ha dicho el Papa Francisco: voy a México, no a solucionar sus problemas, pero sí voy a sembrar en sus corazones esperanza, ilusión, fe y compromiso. Son ustedes los mexicanos los que deben de cambiar la patria y hacer del México que Dios quiere y que nosotros soñamos y anhelamos siendo Misericordiosos”, destacó Monseñor.
Añade que el papa viene a ilusionarnos y levantar el ánimo de los mexicanos.
“Viene el Papa a ilusionarnos. Somos nosotros los que debemos de cambiar las estructuras, las instituciones y acercar a la Iglesia a los alejados”, subrayó.

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