La esquina de las calles 5 de Mayo y Madero, en la Zona Centro, es el punto de venta del globero Darío Ramírez Galindo.
El leonés de 57 años tiene cerca de 35 dedicado al oficio. Para este día sus ventas aumentan, pues por 12 pesos sus clientes se llevan su globo de Reyes y una cartita, pero sobretodo la ilusión por la magia de la fecha.
Dijo que el oficio lo heredó de sus suegros, pues antes de pasar sus días entre los coloridos globos, don Darío trabajaba en una fábrica de calzado.
“Mis suegros se dedicaban al globo y ellos ya se retiraron, mi señora me enseñó a moverme en lo de la venta de globos; me salí de la fábrica porque debía estar al 100% un un lugar. Del zapato al comercio mejor me dedico al comercio y soy mi propio jefe”, compartió el comerciante.
Atados a sus manos, ayer el vendedor tenía decenas de globos rosas y azules.
“¿A cuánto?”, “deme dos”, se escuchaba a los clientes preguntar.
Además de los globos de temporada, el leonés vende diversos productos como globos tipo pelota, juguetes para que los niños arrastren y sonajas; todo va de los 15 hasta los 70 pesos.
Y aunque aceptó amar su labor, don Darío confesó que esta temporada en especial tiene cierta magia.
“Es una ilusión para los niños, año con año vienen, les da un gusto muy bonito aventar su cartita y recibir su regalito de los Santos Reyes”, compartió.
El hombre llega a su lugar de trabajo desde las 11 de la mañana y se retira pasadas las nueve de la noche. “Hasta que la gente me diga: Ya no le compramos”.
Por último el globero platicó que aunque este día la competencia crece, le alegra compartir oficio con otras personas.
“Disfruto mucho, me da mucha alegría cuando un niño pide su globo y se lo doy con mucho gusto. A veces que no les gusta un producto se los cambio hasta que diga cuál quiere (…) De los vendedores que llegan, sí nos afecta poquito pero para todos sale el sol”, finalizó.

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