Braulio, víctima de bullying la semana pasada en la Escuela Secundaria Técnica número 15, ya fue dado de alta, pero tiene daños físicos y psicológicos: ya no quiere regresar a la escuela.
El padre del menor indicó que aún deben de dictaminar los médicos si se trató de un ataque de epilepsia, el cual se presume se derivó de los golpes que recibió en la cabeza por parte de sus compañeros.
Hasta el momento no se ha presentado personal de la escuela para conocer el estado de salud del alumno, aseguró el padre.
El único que lo visitó fue el supervisor escolar, el viernes pasado.
Adolorido
“Aún me duele de este lado”, dijo el menor mientras señalaba el lado izquierdo de su cabeza y denunció que no es el único que recibe agresiones verbales y físicas de sus compañeros.
Braulio se se encuentra en observación, por parte de sus padres, en caso de que tenga otro ataque.
Tiene todavía problemas de equilibrio y se le dificulta coordinar su vista.
El sábado le realizarán pruebas en el Hospital Comunitario para dictaminar con precisión la lesión y su tipo.
“Lo dieron de alta el sábado en la tarde, pero aún tienen que hacerle análisis y sigue con algunos de sus síntomas”, narró el señor José, en compañía de su hijo.
Por su parte, continúa presionando a la institución educativa y a las autoridades de educación del Estado con el fin de que llegue una solución y para que no vuelva a ocurrir un caso semejante.
“¿De qué sirve este hecho si vuelve a ocurrir, a mi hijo o a alguien más?”
En su opinión, si vuelve a suceder, significa que las autoridades no resolvieron el problema.
Poca ayuda
Aseguró que se violentaron sus derechos y los de su hijo, de acuerdo a la Ley para una Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar del Estado de Guanajuato, ya que no han recibido representación legal ni médica.
José confirmó que intentó comunicarse con el secretario de Educación de Guanajuato (SEG), y esperó recibir alguna llamada por parte del coordinador Educativo de la Zona.
Tampoco se le dieron los datos de los agresores y de la maestra implicada, pues desea proceder de manera legal.
“Si fuera otro padre, la solución sería sacar al niño de la escuela y listo pero, así no se resuelve nada”.
José recibió una petición por parte del departamento Jurídico de la SEG, para que narre por escrito los hechos ocurridos, tanto la versión suya como la de su hijo.
Hasta el momento le prometieron que se le informará sobre los avances del caso, lo cual lo deja insatisfecho, pues desea conocer las acciones que se tomarán con base en la investigación.