Hace cuatro años, un ranchero en la región de la Patagonia de Argentina, se topó con un hueso viejo que sobresalía en su propiedad en el desierto, cerca de La Flecha.

Con las noticias recientes de emocionantes hallazgos de dinosaurios en ese país en mente, escarbó un poco más alrededor del hueso. Luego, fue a un museo local a pedirles a los paleontólogos que fueran a buscar más fósiles.

Personas no expertas hacen muchos importantes descubrimientos de dinosaurios en esta forma casual. El hallazgo del ranchero pronto llevó a la exposición de los restos de los esqueletos de seis de los titanosaurios más grandes. Estos herbívoros vivieron hace alrededor de 100 millones de años, en el periodo Cretácico tardío, en todos los continentes, incluida la Antártida. Al parecer, abundaban bastante en las tierras del sur.

Ahora, el más imponente de ellos, del lejano sur en Sudamérica, ensamblado a partir de 84 piezas fósiles, excavadas en el terreno del ranchero, es el vistazo más reciente a la vida antigua que está en exhibición en el Museo Estadounidense de Historia Natural en Manhattan    . 

El enorme molde del esqueleto hizo su debut con atracción permanente recientemente. Directivos del Museo y científicos lo llamaron una adición imperdible a las filas de tales populares íconos, como la enorme ballena azul y el fiero Tiranosaurio rex que están en la institución.

“No hay nada como encontrar un fósil nuevo y grande, especialmente uno tan enorme”, dijo Michael J. Novacek, el vicepresidente sénior del Museo, director de ciencia y curador de paleontología.

Se espera que la nueva investigación produzca conocimientos sobre la fisiología de los dinosaurios y de cómo pudieron crecer y funcionar como semejantes criaturas tan grandes.

“La paleontología se ha convertido en algo menos geológico y más biológico en los últimos más o menos 20 años”, dijo Mark A. Norell, el presidente de la división correspondiente en el Mueso y destacado investigador de dinosaurios. Mencionó las nuevas “herramientas geoquímicas” en el campo para determinar dieta, patrones de crecimiento y locomoción. “Todos nosotros somos simplemente biólogos que trabajamos con fósiles”, añadió.

La exposición no solo es una pieza central de las colecciones de fósiles del Museo, sino, también, el comienzo de un amplio espectro de programas de dinosaurios para el año, incluidos simposios y otra exhibición, “Dinosaurios entre nosotros”, cuya inauguración será el 21 de marzo. Resaltará los progresos notables en la investigación increíble que sustenta una relación estrecha entre los dinosaurios y las aves que viven hoy día.

No fue fácil acomodar al esqueleto patagónico en su nuevo hogar en Nueva York. Con 122 pies de longitud, era demasiado largo para la galería. Parte del cuello de 39 pies de longitud se extiende por una abertura en el muro que da hacia los elevadores, como si fuera a recibir a los visitantes que llegan a los pisos de los fósiles.

Este titanosaurio era un adulto joven y no se ha determinado el género. Su apetito por todo tipo de vegetación debió haber sido portentoso. Con base en el tamaño de los huesos, los investigadores estimaron que este individuo pesó 70 toneladas _ tanto como 10 elefantes africanos, los animales terrestres más pesados hoy día. Solo imagínese el peso posible al crecer completamente. Solo imagíneselo satisfaciendo su enorme apetito alargando el largo cuello para pastar por una vasta zona. Con solo unos cuantos cambios en la posición, podría haber cortado el equivalente a todo el pasto en el estadio de los Yankees en una mañana.

El peso también fue un factor en la preparación del molde del esqueleto para su exhibición, una tarea que ejecutó la compañía Research Casting International en Canadá. Los fósiles mineralizados reales son demasiado pesados para montarlos. En su lugar, todos “los huesos” están hechos de fibra de vidrio ligera, con base en copias digitales de los fósiles originales.

La mayor parte de la agotadora excavación que llevó al descubrimiento la hicieron equipos coordinados por José Luis Carballido y Diego Pol, paleontólogos del Museo Paleontológico Egidio Feruglio en Argentina. Empezaron excavando meses seguidos después de la visita del ranchero. A veces, se requería escarbar una semana para aislar un solo fémur o una extremidad anterior. Los muslos y las extremidades superiores son críticos para calcular el tamaño y el peso de un dinosaurio.

Pol dijo que las excavaciones revelaron que al menos seis de estos individuos gigantesco, todos adultos jóvenes, habían muerto en el sitio de lo que había sido una llanura aluvial cerca de un río. La muerte habría sucedido en tres momentos distintos, en cualquier instante entre unos cuantos años y siglos de diferencia. Como muchos animales que andan en manadas, es posible que quedaran aislados del grupo y murieran por el estrés y el hambre, cerca de su abrevadero.

“Fue entonces que nos dimos cuenta de que se trataba de un descubrimiento único en la vida”, comentó Pol. Los dinosaurios son la caza mayor para los cazadores de fósiles, y había algunos de los dinosaurios herbívoros más grandes que se hayan encontrado.

El tamaño y la forma distintiva de un fémur de ocho pies de un espécimen asombraron a los científicos. Parecía corresponder a la especie de los titanosaurios, antes desconocida y todavía sin nombre. Pol dijo que es posible que pronto propongan un nombre formal para la especia en un informe que están elaborando.

En un momento de arrojo, Pol hizo que le tomaran una fotografía extendido sobre el piso, junto al fémur, más o menos del tamaño de un sofá. La fotografía atrajo la atención de paleontólogos en el Museo de Historia Natural de Nueva York, donde Pol hizo su investigación de doctorado. “Quizá podamos conseguir esa cosa”, dijo uno. “Eso se vería increíble en una galería de dinosaurios renovada”, dijo otro.

Excavación de Patagonia

  Los científicos descubrieron 223 fósiles de seis criaturas. 

  Cinco de esos fósiles originales estarán en exhibición en la misma sala del titanousario, incluido un fémur de más de dos metros de largo. 

  Los investigadores utilizaron fórmulas matemáticas para determinar el peso el animal a partir de la longitud y el grosor de los huesos, en especial el fémur y el húmero.

  Esta especie vivía en los bosques de la actual Patagonia hace entre 100 y 95 millones de años, durante el Cretáceo Tardío.

  Esa parte de la Patagonia estaba cubierta por una ve-getación boscosa, aunque no muy densa, con ríos de fuerte caudal. 

  En las planicies de inundación de esos ríos se fueron acumulando los restos de estos dinosaurios. Hoy es una estepa árida.

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