¿Te sientes incómoda cada vez que entras a una habitación con desconocidos? ¿Prefieres estar hasta al fondo, callada y no ser el centro de atención?

Si es tu caso, no te preocupes, no estás sola y hay una (o 5) formas de empezar a sentirte cómoda con tu propio cuerpo. 

 

1. Ama tu cuerpo: Antes de estar cómoda con él, debes aprender a amarlo. Y no es nada fácil hacerlo, de hecho podría ser el paso más difícil, pero si no lo haces, nunca te permitirás estar feliz con lo que tienes. Date tiempo para sentirte bien en tu propia piel, si necesitas ayuda, pídela. Muchas personas desarrollan una mala autoestima a través de los años por no amar lo que tienen, pero no es un caso perdido. Además nadie tiene el mismo cuerpo que tú; eres única y original. 

2. Ama tus curvas: ¡Las curvas son asombrosas! Si todas fuéramos lineales, sólo habría un tipo de cuerpo. Por más que las odies, son tus curvas las que te separan de los demás tipos de cuerpo. Que no te avergüence un cuerpo curvilíneo, además de ser súper femenino, es parte de tu cuerpo. 

3. Buena relación con la báscula: Aprende a subirte a la báscula de vez en cuando sin pensar obsesivamente en el número que te mira fijamente. Aunque no estés cómoda con tu cuerpo todavía, no deberías ignorar cada báscula de tu casa, no tanto por tu físico, sino porque tu peso es importante para tu salud. Tener una buena relación con la báscula quiere decir que le das importancia a tu peso para llevar una vida saludable… no para sentirte mal contigo misma. 

4. Usa tu cuerpo: Úsalo de tal forma que te sientas cómoda con él. Podría ser caminando, corriendo, haciendo yoga, pilates o nadando, lo importante es que lo muevas y hagas algo con él que te haga feliz y te haga sentir bien contigo misma. Por ejemplo, si particularmente te gusta jugar soccer, cada vez que anotes un gol, te sentirás mejor tu cuerpo y tus logros, después de todo no podrías lograrlos sin la ayuda de ti misma y tu cuerpo. 

5. Combate esa perfeccionista interna: Podrás ser perfeccionista con muchas cosas, pero NUNCA con tu cuerpo. No existe el cuerpo perfecto, a pesar de lo que los medios y las pasarelas de moda nos han hecho creer. Si eres perfeccionista contigo misma, nunca notarás lo bueno que hay en ti y sólo resaltarás lo malo… ¿cuál es el punto de eso?

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