Más de 200 cocodrilos de pantano sorprendieron a leoneses ayer por la tarde frente a los outlets.
Debido a que estaban atados de sus mandíbulas, los curiosos se animaron a tocar su áspera y gruesa piel.
Los 225 lagartos eran transportados en un tráiler hacia el estado de Quintana Roo.
El chofer del cargamento contó que provenía de Culiacán, Sinaloa, y a su paso por León decidió hacer una escala. Se estacionó frente a la plaza de calzado Mulza, ubicada sobre el bulevar Aeropuerto. Dejó a su acompañante dentro de la cabina y acudió a un cajero automático.
Varios automovilistas y empleados de locales comerciales cercanos se sorprendieron al ver lo que contenía la caja.
Los cocodrilos llamaron la atención cuando sacaron sus extremidades por los orificios del remolque, incluso dos de ellos se atrevieron a sacar sus cabezas para explorar la zona.
Los curiosos tomaron video y fotos con teléfonos, y no se quedaron con las ganas de tocarlos.
Agentes de la Policía Federal pidieron los permisos de transportación y demás documentos.
Los tripulantes mostraron que los animales eran propiedad de la empresa Cocodrilia y tenían en regla toda la documentación, por lo que los federales les permitieron continuar con su ruta.
El conductor comentó que son tres días de viaje y que iban a una granja a Quintana Roo para su reproducción ya que en los meses de febrero a abril es la temporada de apareamiento.
Tras dejar que la gente disfrutara de los “extraños turistas”, el conductor continuó el viaje.
José Isaac González Calderón, delegado en Guanajuato de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), comentó: “La Policía Federal está calificada para evaluar si los documentos de los que transportan animales están o no en regla”.
Además, el Delegado federal señaló que, si hubiera existido alguna irregularidad en el tráiler que transportaba 215 cocodrilos la tarde de ayer en la carretera de León a Silao, se le hubiera notificado de inmediato, y no fue así.