Sin protocolo y reunidos como amigos, así se rindió el homenaje póstumo a un grande del ámbito cultural en Irapuato.
En el patio del Instituto Municipal de Cultura, Arte y Recreación (IMCAR) Casa de la Cultura de Irapuato, se rindió guardia de honor ante las cenizas del licenciado Rubén Pérez Vargas (+) por su gran trayectoria en el ámbito cultural, quien falleciera a causa de cáncer.
Con un retrato a lápiz la imagen de este gran personaje cultural resaltó a un costado de sus cenizas, y en un caballete el recuerdo de una fotografía del XX aniversario del Círculo Cultural Irapuatense y la Revista Ágora.
El director del IMCAR, Federico Vargas Somoza, así como Rubén Alfredo Pérez, hijo del fallecido Pérez Vargas; y su nuera Norma Bernal y nieto Rubén Pérez, montaron la primera guardia de honor ante las cenizas del licenciado.
La segunda guardia estuvo a cargo de las integrantes de Pedal y Fibra, entre ellas la señora Chelo Zuloaga, Carmelita Rodríguez, así como la señora Brenda Zavala, Yulma Rocha y Alejandro Rangel.
“Estos son momentos de reflexión, de fragilidad, ante un grande e iniciador de está casa cultural, quien siempre luchó por realizar eventos culturales para reunir a las familias irapuatenses y resaltar la cultura en nuestra ciudad, ya que el alimento para el espirítu como él lo decía, es la cultura”, dijo la maestra Araceli Layseka.
Grandes amigos del ámbito cultural, teatral y amigos del café se dieron cita en este homenaje póstumo de quien fuera el fundador de la Casa de la Cultura en Irapuato, y de quien recordaron gratas anécdotas que quedarán marcadas en el corazón de cada uno de sus familiares y amigos.
Con un minuto de aplausos que llegaron hasta el mejor lugar donde se encuentra ahora Rubén Pérez Vargas, así lo despidieron.