Una protesta de conductores se trasladó al centro de París después de haber interrumpido el acceso al aeropuerto Charles de Gaulle durante unas horas, en un nuevo episodio en las tensiones entre los taxis tradicionales y los servicios surgidos de aplicaciones móviles por el alivio de las normas que rigen un sector en evolución.
Taxistas y conductores se agredieron mutuamente durante la noche en Porte Maillot, en el oeste de París, según la policía de la capital gala. No hubo heridos ni se practicaron detenciones.
El viernes por la mañana, conductores comenzaron a bloquear el principal acceso al Charles de Gaulle con unos 50 autos y la autoridad aeroportuaria advirtió a los pasajeros que optasen por el tren.
Después de eso, los conductores se trasladaron a la Plaza de la Nación, en el este de París, para continuar con su protesta.
En las últimas semanas, Francia registró protestas tanto de taxistas —que se quejan de la competencia desleal que suponen servicios como Uber— como de conductores rivales, que dicen ser víctimas de la discriminación del gobierno.
Uber dice que no está involucrado de forma directa en la protesta de los conductores, pero apoya a los choferes. Uber y otros servicios de automóviles reunieron 150,000 cartas de apoyo de clientes que entregaron esta semana a la oficina del primer ministro.