Luego de que el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóles Núñez Sánchez, diera a conocer que las iglesias y agrupaciones religiosas están obligadas a llevar una contabilidad electrónica de ingresos y gastos, la Arquidiócesis de León señala que en México hay “un saqueo sin límites, además de descarado e impúdico, proveniente de quienes debieran salvaguardarlo”.
En la editorial de Gaudium, el semanario de la Arquidiócesis, se critica duramente la “justicia simulada” que hay en el país y la clase política.
“¡Y sigue creciendo la indignación ante la fraudulenta política de quienes nos gobiernan!. Reformas y reformas de Leyes ¿para qué?. Para someter a un pueblo sin brindarle la posibilidad de un auténtico progreso, sólo para ideologizarlo”, señala la revista.
Muchos sacerdotes, religiosos y religiosas están molestos y desconcertados ante las nuevas medidas de Hacienda para fiscalizar sus ingresos por concepto de limosnas y cobros en templos de ceremonias como primeras comuniones, bautizos, confirmaciones, matrimonios y XV años.
“Esto es para ayudarnos a pagar los gastos que se hacen en los templos, como energía eléctrica, personal, impuesto predial, etc., no es como negocio”.
“Muchas labores religiosas son para ayudar a personas sin hogar, incluso venden tamales, hacen rifas para ayudarse y ahora las están obligando a que lleven una contabilidad electrónica sólo para tenerlos fiscalizados”, señaló uno párroco que pidió omitir su nombre.
La editorial del semanario católico agrega que México es un país de riqueza, pero el problema es el saqueo sin límites de sus gobernantes, muchos de los cuales son intocables.
“No importa que falsifiquen documentos, que triangulen operaciones, que simulen gastos, que inflen presupuestos, que repartan ‘mordidas’, que desfalquen las arcas municipales, estatales o federales, ni que su modo de vida no corresponda a sus ingresos, nada de eso importa”.
“Se protegen entre ellos por un sistema putrefacto y decadente. Muy lejos están de combatir la corrupción y la impunidad, quienes nos gobiernan desde la partidocracia”.
“Ya no importa el nombre, ni el color, ni la ideología, pareciera que se unifican al llegar al poder”, puntualiza la Arquidiócesis de León.
Luego añade que es lamentable que los políticos sigan robando y fingiendo que son servidores públicos.
“Tomar beneficio para sí mismos fingiendo que cumplen y que sirven al país. Robar lo más pronto posible, la mayor cantidad de dinero e idear la forma de encubrirlo. Al fin y al cabo no pasa nada y si pasa, pronto se olvida”, finaliza.