Luego de dos semanas en que aprendieron los pasos básicos que usarán en las coreografías que mostrarán en el Baile del Cotillón, las debutantes iniciaron una nueva fase en la que ya se incluye a los jóvenes que ellas eligieron como chambelanes, para acompañarles en esa noche mágica.

Los chicos estuvieron puntuales a las 8 de la noche, en la Casa de la Amistad Rotaria, lugar en donde esperaron las instrucciones del coreógrafo Orlando Castro, para iniciar con el primer número de vals. 

Compromiso, responsabilidad y respeto, son los valores que Orlando les pidió, desde el primer día a todos los participantes, y que recalcó a los chambelanes, quienes han seguido sus instrucciones al pie de la letra.

Tanto las participantes como sus parejas de baile, trabajan juntos con esfuerzo, en cada sesión, para que cuando llegue la fecha tan esperada, todo sea un éxito. 

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