La comisión asesora del Papa Francisco sobre abusos sexuales votó ayer por separar a uno de sus miembros, un conocido sobreviviente de los abusos, quien había expresado diferencias sobre la misión del organismo.

El británico Peter Saunders, quien aboga por los sobrevivientes, había criticado duramente la lentitud de la Santa Sede para tomar medidas para proteger a los niños y castigar a los obispos que encubrieron a curas pedófilos. También quería que la comisión interviniera en casos individuales en lugar de limitarse a elaborar políticas a largo plazo contra los abusos.

El Vaticano dijo que en una reunión de la comisión, “se resolvió que el señor Peter Saunders se tome licencia para estudiar la mejor manera de apoyar el trabajo de la comisión”.

La decisión fue un revés para los esfuerzos de Francisco de demostrar su intransigencia en materia de abusos, ya que la presencia de Saunders y la de otra sobreviviente, Marie Collins, daba credibilidad a la comisión.

En entrevista con AP, Saunders dijo que los miembros, con una abstención, le habían pedido que se apartara porque no podían confiar que seguiría trabajando dentro de los alcances del mandato de la comisión.

“No quiero obstaculizar el trabajo de la comisión, impedir que avance el buen trabajo de la comisión, por eso no tuve otra alternativa que apartarme”.

Dijo que la inacción vaticana ante nuevos casos de violación y abuso de menores “me hizo perder la fe en el proceso y perder la fe en el Papa Francisco”.

Con su partida, Collins queda como única sobreviviente de los abusos en la comisión creada en 2013 para asesorar al Vaticano sobre cómo proteger a los niños, educar a los empleados de las iglesias y párrocos en relación al abuso, y dejar fuera del sacerdocio a los pedófilos.

Collins dijo a la AP que era un “día triste” para la comisión. Reconoció las quejas de Saunders sobre la lentitud del trabajo, pero consideró que la misión seguía siendo importante.

“Si podemos modificar las normas y crear normas que se apliquen en el mundo para la seguridad de los niños en el futuro, vale la pena tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien”.

La comisión se formó cuando las víctimas preguntaron si el Papa, que nunca había enfrentado un caso de abuso, comprendía la magnitud del problema. 

El año pasado dio un gran paso cuando de forma exitosa propuso que el Vaticano creara un tribunal interno para conocer en los casos de arzobispos acusados de no proteger a sus feligreses.

La comisión había criticado duramente la decisión Papal de designar al obispo Juan Barros a pesar de denuncias de que había protegido al pedófilo más conocido del País, Juan Karadima.

Una de sus víctimas, Juan Carlos Cruz, quiso hablar a la comisión el sábado en Roma, pero fue rechazado. Correos publicados en la prensa chilena revelaron cómo la jerarquía eclesiástica del país impidió su nombramiento.

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