Sin examen de admisión ni colegiatura, los “mejores amigos del hombre” son admitidos en la universidad.
En la sede San Carlos del campus León de la Universidad de Guanajuato, los “consentidos” de profesores, administrativos y alumnos caminan en cuatro patas.
La División de Ciencias de la Salud del mencionado campus, tiene desde hace dos años un proyecto de atención a perros callejeros, encabezado por Luz Elvia Vera Becerra, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición.
El principal objetivo es que perros callejeros que deambulan por las inmediaciones del predio San Carlos, convivan con la comunidad universitaria o bien sean adoptados de manera responsable.
Es normal al caminar por las instalaciones toparse con algún “peludo” que ha hecho del centro de estudios su hogar. Los canes vieron la puerta abierta y decidieron quedarse.
Todo comenzó cuando se notó la presencia de los perros en el campus, la ayuda inició con comida y le siguió la atención veterinaria.
“Notamos que había perritos que vivían aquí y pensamos que eran de la propia universidad y luego nos dimos cuenta que no, que eran perritos que algunos incluso nacieron aquí”, platicó Luz Elvia.
“Decidimos organizarnos para involucrar a los alumnos como parte de un servicio social que pudiera tener un impacto importante, vimos además una oportunidad multidisciplinaria”, agregó.
Sin importar si se es médico, nutriólogo, psicólogo, sociólogo, profesor, administrativo o alguien ajeno a la institución, la ayuda es bienvenida.
“Nuestro objetivo principal es que los chicos hagan conciencia de que hay un problema social con los perritos que están en las calles en peligro, reproduciéndose, sufriendo abandono”, dijo la coordinadora.
Rifas, venta de pasteles y pulseras, y noche de talento son algunas de las acciones que académicos y más de 60 estudiantes, a lo largo del par de años, han realizado para recaudar dinero.
Ayudan a más de 50
Según cáculos de la académica encargada, han sido más de 50 los perritos dados en adopción, algunos nacidos en la institución y otros que llegaron.
“Hemos disminuido la población canina que está acá, cuando llegamos había nueve, ahora aquí hay cuatro viviendo, algunos han muerto pero de manera digna, tuvieron atención médica. Hemos esterilizado a algunos y dado en adopción no sólo a los que no han nacido aquí, pero muchos se han ido en adopción”
Aclaró que aunque el proyecto social nació el interior de la UG, las puertas están abiertas para las personas que gusten apoyar ya sea con difusión, adoptando o aportando.
A la fecha hay cuatro habitantes ‘de casa’: “Lobo”, “Negra”, “Llanero” y “Rocko”. Además un par de cachorritas de tres meses en adopción.
Además de Elvia, actualmente son parte del proyecto la maestra Elsa Olivares Navarrete y Nancy Elías García, así como 20 alumnos de servicio social y personal administrativo.