”Presente”, el grito de sus compañeros retumbó para recordar al agente Ricardo Rivera Dorado y su esposa, asesinados en Guadalajara.
Este martes por la mañana, la Fiscalía General del Estado rindió un homenaje póstumo a sus trabajadores para honrar los años de servicio que brindaron a la corporación.
El comandante de la Policía estatal tenía 20 años de carrera y su esposa Blanca Celía Hernández Sámano tenía 21 años de empleada administrativa en la dependencia.
“Las balas de los cobardes no nos van a quebrar ni nos van a limitar, nos llena de fortaleza su ejemplo y nos llena de fuerza y decisión su entrega, su ejemplo”, manifestó en su discurso el Fiscal Eduardo Almaguer, asegurando que no quedará impune su muerte.
Las sirenas resonaron en el patio de la Fiscalía Central, junto con los tambores de la banda de guerra.
Más de 200 “hermanos” policías y mandos acompañaron en la guardia de honor a Rivera Dorado y Hernández Sámano en la ceremonia de cuerpo presente.
El lunes alrededor de las 7:30 horas, el matrimonio acababa de dejar a su hijo en una primaria de la colonia Circunvalación Belisario cuando fueron acorralados y acribillados con armas de grueso calibre.
En el coche de la pareja también viajaba su hijo de casi 2 años, quien no fue alcanzado por las balas.
En operaciones especiales
Las indagatorias apuntan a que el crimen iba dirigido contra Rivera Dorado por las investigaciones que llevaba contra el narcomenudeo y el robo de hidrocarburo.
“En el caso particular de nuestro compañero de la Fiscalía, estaba realizando algunas actividades encomendadas, algunas comisiones y esa es nuestra principal línea de investigación”, expresó el titular de la dependencia.
“Tiene que ver con una serie de trabajos que se venían realizando y que seguiremos realizando hasta encontrar a los responsables de quienes generan la violencia en la Zona Metropolitana y el Interior del Estado”, agregó.
También aseguró que el caso no estaría relacionado con el asesinato de un mando de la Policía de Tlaquepaque y sus dos escoltas, ocurrido apenas el 24 de febrero.
A su vez, Almaguer reiteró que el homicidio contra un agente de las fuerzas de Seguridad Pública es un mensaje de los grupos criminales como estrategia de intimidación.
“¿Que si esta es nuestra postura? Es literal, hay una reacción a acciones de inteligencia, de investigación que se vienen realizando y esto nos lleva a intensificarlas”, dijo.