El sol dominical apenas se asomaba por afuera de la deportiva Miguel Alemán Valdés, miles de personas calentaban, se estiraban y se preparaban para participar en lo que sin duda fue un gran evento, tanto deportivo como social: La segunda edición del Maratón de las Batallas de Celaya.
Las categorías con las que contó fueron: maratón (42 km.), medio maratón (21 km.), 10 y 5 km. En punto de las siete de la mañana los primeros en arrancar fueron los del maratón, para después partir los de 21, 10 y 5 respectivamente.
Las calles de la ciudad fueron adaptadas a manera de que cada corredor disfrutara del recorrido, en ciertos puntos de la ciudad había desde música en vivo y personas con mensajes motivacionales en pancartas hasta puntos de hidratación.
Este evento se realizó por motivo del 101 aniversario de las Batallas de Celaya y qué mejor que conmemorarlo con una carrera, con la que se fomente el deporte y una sana convivencia.
Alrededor de 3 mil 400 personas fueron las inscritas a esta carrera, algunas llegaron de otras ciudades para participar.
“La respuesta fue favorable y la gente la pasó increíble”, comentó Gilberto Sancén, presidente de la Comisión de Jóvenes Empresarios de Celaya, Coparmex.
Llegan a la meta
Conforme pasaba la mañana cada uno en su respectiva categoría fue llegando a la meta, sintiéndose feliz por cumplir el objetivo.
El colorido resaltó en el evento, ya que muchos aprovecharon para portar disfraces, por ejemplo de súper héroes como la Mujer Maravilla, Hulk y Capitán América. Otros se disfrazaron de personajes como Minnie y Mickey Mouse, otros prefirieron portar sólo máscaras y otros más caracterizaron a los soldados de las batallas que se desarrollaron en la ciudad hace 101 años.
Fue en el estadio de béisbol donde al llegar, a cada participante le entregaban su kit de recuperación y su medalla de participación.
Cabe mencionar que la medalla en esta ocasión fue una “E”, segunda letra de la palabra Celaya, incentivo para que los corredores participen en todas las carreras y completen la palabra Celaya.
Ahí en el estadio había módulos de masaje y revisión de signos vitales, “food trucks”, juegos inflables para niños, stands de artículos deportivos y shows de danza y pole dance.
Conforme iban llegando los participantes checaban sus tiempos y observaban la tabla de resultados , mientras esperaban las premiaciones y la gran rifa de automóviles que se llevaría a cabo en horas más tarde.
De esa manera transcurrió la mañana y parte de la tarde, donde miles de personas terminaron satisfechas por haber participado, esperando el siguiente año para volver a competir y superar sus tiempos.