La trasnacional Abengoa otorgó en garantía para un préstamo millonario, a la empresa concesionaria del acueducto El Zapotillo.
El pasado 22 de marzo de 2016, Abengoa notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España que obtuvo un préstamo de 137 millones de euros destinado a pagar la nómina de sus trabajadores y cubrir los suministros críticos de la empresa.
Para obtener el préstamo, Abengoa presentó como garantía las acciones de Atlantica Yield, que cotizan en Nueva York. Pero además, el préstamo incluyó otras garantías, incluida la filial Abeima Teyma Zapotillo S de RL de CV, constituida en 2012 para apoyar en la construcción del acueducto que suministrará agua para León.
También quedó como garantía la empresa Abengoa México SA de CV, que fue la que obtuvo en septiembre de 2011, junto con la firma española Abeinsa, la concesión para la construcción y operación por 25 años del acueducto de El Zapotillo.
Ambas empresas vinculadas con la construcción del acueducto quedaron como prenda del crédito, y quedarán liberadas sólo si Abengoa cumple el plazo de pago, fijado para el 23 de septiembre de 2016.
Ya antes, el 9 de abril de 2015, Abengoa México y Abeima Teyma Zapotillo habían servido como entidades garantes en la emisión de bonos por 375 millones de euros de la filial Abengoa Finance.
El nuevo crédito garantiza la supervivencia de Abengoa, mientras se concluye su rescate financiero.
El préstamo lo suscribió Abengoa Concessions Investments Limited, con un grupo de tenedores de bonos.
“El contrato de préstamo tendrá como finalidad satisfacer las necesidades generales del negocio de la sociedad y sus filiales”, anotó Abengoa en la notificación enviada a la Bolsa de Madrid.
Una empresa española en crisis
En la notificación enviada a la Bolsa de Madrid, Abengoa expuso que el crédito lo solicitó en el marco de las negociaciones que mantiene con un grupo de acreedores, que comprende a bancos y tenedores de bonos para la reestructuración de su endeudamiento y su recapitalización.
La empresa trasnacional de origen española enfrenta una aguda crisis económica, que la orilló a plantear la suspensión de pagos a finales del año pasado.
En un reporte del 2 de marzo, Abengoa anunció pérdidas de 1,213 millones de euros en 2015.
Los analistas anticipaban la quiebra de la trasnacional, pero el pasado lunes 28 de marzo, cuando vencía el plazo para negociar su rescate, Abengoa presentó un convenio con el 75% de sus acreedores.
Este convenio fijó una nueva prórroga de siete meses para negociar su deuda.
El plan de la empresa es lograr una inyección de entre 1,500 y 1,800 millones de euros en cinco años, aportados por fondos de inversión que se quedarían con el control del 55% de Abengoa.
Los acreedores y los poseedores de bonos se quedarían con el 30% restante de la empresa.
Pega en México
La crisis de Abengoa alcanzó a su filial mexicana, concesionaria del acueducto de El Zapotillo.
“En el período de nueve meses finalizado el 30 de septiembre de 2015, la financiación sin recurso ha disminuido debido principalmente a la clasificación como pasivos mantenidos para la venta del project finance o financiación puente de los proyectos clasificados como mantenidos para la venta (-1,049 millones de euros) y al repago de la financiación puente relativa al proyecto del acueducto El Zapotillo en México (-261 millones de euros)”, detalló Abengoa México en un informe financiero.
En otro reporte fechado el 16 de marzo de 2016, Abengoa menciona que la necesidad neta de efectivo para el proyecto del acueducto Zapotillo es de 41.8 millones de euros.
Aplazan la obra
El 19 de septiembre de 2011, Abengoa México SA de CV, en sociedad con la firma española Abeinsa, ganó la licitación internacional para construir y operar por 25 años el acueducto.
Un mes después del fallo, se firmó el contrato en el que Abengoa se comprometió a concluir la obra en 36 meses, es decir en octubre de 2014.
Sin embargo, el inicio de la obra se ha aplazado al menos en tres ocasiones.
Una primera prórroga se otorgó el 15 de enero de 2014, para iniciar la obra en marzo del mismo año, lo cual no se concretó.
En noviembre del año pasado, el presidente del Consejo del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), Pedro González, anunció que la obra iniciaría ahora sí en febrero de 2016, para ser concluida en julio de 2018.
El nuevo plazo acordado venció, pero la obra tampoco inició.
Ahora la expectativa es que los trabajos inicien en abril.
Una de las causas del rezago es que no se habían liberado los terrenos por donde pasará el acueducto. Por ejemplo, en enero de 2014, cuando se dio la primera prórroga, se tenían sólo el 65% de los lotes.
Le transfieren millones
A pesar de que la obra no ha iniciado, los gobiernos federal y municipal han transferido 680 millones al fideicomiso que fue creado para administrar y pagar la construcción del acueducto.
En diciembre de 2015, SAPAL autorizó una aportación adicional de 221 millones de pesos al mencionado fideicomiso, “para el pago de actualizaciones del proyecto de El Zapotillo”.
En la cláusula quinta del convenio irrevocable de transferencia de recursos para el acueducto, SAPAL se comprometió desde 2013 a constituir el fideicomiso que recibe las aportaciones propias y del Gobierno del Estado.
Ese dinero sirve como garantía de pago a la Concesionaria del Acueducto El Zapotillo, SA de CV, la filial de Abengoa que fue creada para ejecutar y administrar la obra.
Cumple 4 años y medio de retraso
A cuatro años y medio de que la empresa española Abengoa firmó el contrato para la construcción del acueducto que traerá agua a León de la presa El Zapotillo, no se ha realizado ni una sola excavación.
El 19 de septiembre del 2011 Abengoa ganó la licitación para construir el acueducto por un monto de 6 mil 867 millones de pesos en 36 meses de ejecución. El contrato para ejecutar la obra se firmó el 14 de octubre del mismo año.
Abengoa se comprometió a realizar el acueducto desde la presa El Zapotillo, ubicada en el municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco, hasta León, en un recorrido de 140 kilómetros.
Sin embargo, ni en el territorio de Jalisco, ni en el de Guanajuato hay algún tipo de avance del acueducto que debió haberse terminado desde el 14 de octubre del 2014.
Sin rastros de obras
AM realizó el recorrido de los 140 kilómetros por donde se construirá el Acueducto, para conocer el avance de las obras, pero no se encontró ninguna evidencia de excavaciones, señalamientos o mediciones de la instalación de la tubería.
El acueducto partiría del Zapotillo hacia la cabecera municipal de Cañadas de Obregón hasta entroncar con la carretera estatal número 207 Mexticacan- Chimaliquín de Abajo.
Este tramo de aproximadamente 14 kilómetros cruza en su mayor parte terrenos de cultivo y agostadero.
Luego, a lo largo de 16 kilómetros la tubería quedará en un costado de la carretera 207 hasta entroncarse con la carretera federal 80 que va de Valle de Guadalupe a Jalostotitlán, Jalisco.
Al llegar al crucero de la carretera federal 80 el acueducto virará hacía el oriente con rumbo a Jalostotitlán en un tramo de 17 kilómetros.
Antes del acceso a Jalostotitlán, el trazo gira al sur hacia la autopista San Juan de los Lagos- Guadalajara, en un tramo de menos de 4 kilómetros.
En todo este recorrido no se ha iniciado ningún tipo de trabajo por parte de Abengoa.
“No hay nada del acueducto, ni tampoco de la planta de tratamiento de aguas, yo he escuchado que las obras van estar paradas todavía por mucho tiempo porque tienen problemas de dinero para iniciarlas”, dijo un ingeniero que realiza obras de mantenimiento a la presa El Zapotillo.
Trazo por autopista
Por un costado de la autopista Guadalajara-San Juan de los Lagos el acueducto recorrerá cerca de 25 kilómetros hasta entroncarse con la carretera libre a Lagos de Moreno.
A partir de este punto la línea de la tubería que traerá agua, atravesará por comunidades como Agua de Obispo y El Desperdicio en un tramo de 23 kilómetros hasta llegar al entronque de la autopista León-Aguascalientes.
Nuevamente el trazo de la tubería gira hacia el sur para quedar en forma paralela a la autopista, por un costado del cerro La Mesa. Este tramo sería de los más largos con una longitud aproximada a los 36 kilómetros hasta llegar a la caseta de cobro.
En el último tramo la distancia es de 4 kilómetros entre la autopista y la comunidad de Barrancas de Venaderos donde se construirán los tanques de almacenamiento para distribuir el agua en todo León.
Descarta SAPAL riesgo
El director general de SAPAL, Enrique Torres López, negó que el proyecto del acueducto de El Zapotillo esté en riesgo.
En entrevista, dijo que no le preocupa que la empresa Abengoa haya solicitado un crédito millonario en euros, poniendo como garantía a su filial en México, que es concesionaria del acueducto.
“Yo creo que no (existe riesgo) y voy a decir por qué: nosotros no tenemos una preocupación mayor en este sentido, a final de cuentas los acreedores son bancos y lo que requerirían en todo caso sería recuperar la parte que Abengoa les debe”.
Dijo que los bancos recuperan los créditos con los “buenos proyectos” como el caso del acueducto el Zapotillo.
Además, recordó que el 49 % del proyecto son recursos de la Federación y van a fondo perdido, y otro 21% lo aporta la empresa con un crédito de Banobras, por lo tanto el 70 % de la inversión que se requiere para hacer el acueducto está en las instituciones mexicanas.
El 30 % restante lo aporta la empresa y es lo que se conoce como capital de riesgo.
“Y no estamos preocupados porque creemos que la situación del propio proyecto por los porcentajes que le di, es muy benigna para nosotros, pero incluyendo el riesgo financiero que existe de todas maneras, es que nuestra relación es con Conagua y que Conagua es quien nos tiene que cumplir a nosotros”.
AM solicitó una postura a Abengoa sobre el tema, pero no hubo respuesta.
Inicio de obra
Enrique Torres aseguró que a más tardar en 15 días arrancarán ahora sí las obras del acueducto el Zapotillo y dio a conocer que ya están listos 80 tubos en la planta del fabricante ubicada en Monterrey.
“En estos momentos faltan básicamente algunos trámites, sobre todo de característica ambiental, tanto del tanque de Barranca de Venaderos y de los 10 kilómetros de tubería que hay que instalar en el municipio de León del acueducto”.
En relación al retraso de 18 meses que tiene la obra, ya que debió estar concluida en octubre del 2014, señalo que el principal perjudicado es el concesionario porque el tiempo para que explote la concesión va corriendo.
“El proyecto está establecido para 25 años y la fecha de término del proyecto no es sujeta de ser prorrogada, eso quiere decir que todo el atraso que pueda tener el concesionario, es un atraso que va a tener que absorber él mismo, porque los plazos de la concesión no van a crecer.”
“Comenzaron a correr desde octubre del 2014, se supone que los tres primeros años era para la ejecución y los últimos 22 son para la operación del acueducto. Si la obra terminara un año tarde de los que está programado, es un año menos de concesión para la empresa”.