A lo largo de dieciocho años, el joven  Guadalupe Gómez Pérez ha vivido dentro de la casa asistencial Villa Infantil de Irapuato, el llegó a esta casa, -como ellos la llaman- siendo un niño junto con su hermano Juan, ambos por decisión de sus papás.

Sus papás, Amalia Pérez Hernández y Manuel Gómez Murillo originarios de Penjamo, Guanajuato, decidieron que era mejor que sus hijos estuvieron en una casa asistencial, esto a falta de algunas carencias que tenían en su comunidad. 

Para Guadalupe y su hermano Juan, no fue tan fácil desprenderse del seno familiar de sus papás, ya que al principio fue difícil adaptarse a otra calidad de vida como ahora viven en la Villa Infantil.

Con el paso de los años, Guadalupe por ser mayor que su hermano, siempre estuvo al pendiente de su hermano Juan, ambos casi llegaron a esta casa junto con otros niños, y luego de unos días a los otros niños los adoptaron y otros regresaron con sus familiares, pero ellos se mantuvieron dentro de la casa y hasta hoy día han sido felices en ella.

Actualmente Guadalupe, estudia la preparatoria en el bachillerato de Programación en el Instituto América y cuenta con un promedio de 8:5 de calificación hasta el momento. 

Guadalupe sueña con poder ser un gran Ingeniero Industrial y desempeñarse dentro de una de las empresas que han llegado en los últimos años a Irapuato.

Su vida dentro de esta estancia infantil ha sido de buena calidad, para este joven su calidad de vida cambio desde que llegó aquí y se ha desenvuelto dentro de un ambiente sano y de convivencia con otros niños de esta misma institución.

Con el paso de los años, Guadalupe y su hermano Juan van al rancho de sus papás en vacaciones y junto a ellos pasan unos días felices, tanto Guadalupe como su hermano sueñan con regresar pronto a su pueblo y brindar ese apoyo a sus familiares y a niños de escasos recursos.   

“Para estar aquí adentro de la casa de la Villa Infantil, el único requisito es estudiar, lo demás es realizar con nuestras responsabilidades de limpieza que nos corresponden y obedecer a la doctora”. 

La vida dentro de la Villa ha sido fácil, dice Guadalupe, mientras respete las reglas de la casa, aquí he aprendido muchas cosas y he encontrado cariño, apoyo y comprensión.

Su deporte favorito es jugar fútbol en sus ratos libres, también le gusta salir a pasear a los perros, un día a la semana trabaja paseando a perros, que son de los vecinos de algunas colonias aledañas a esta institución, además le gustan mucho las mascotas y de vez en cuando sale a jugar con sus amigos.

Otra de las actividades que realiza dentro de la Villa es cuidar a los niños más pequeños, esto le llena de mucha alegría, porque les cuenta historia y  juega con ellos, así como también buenos modales para que sean hombres responsables en la vida.

A futuro, Guadalupe quiere ejercer una profesión y trabajar e independizarme junto con su hermano, y más adelante formar una familia, sin dejar de visitar la casa de la Villa Infantil.

Por último Guadalupe dijo “Nunca olvidaré de donde vengo y lo que  he aprendido  aquí y en un futuro   me gustaría apoyar con despensas a los niños que sigan llegando a esta Villa Infantil que esta a cargo de la doctora Laura de la Mora”.    

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