La Arquidiócesis de León ve con beneplácito que el Papa Francisco haya abierto la Iglesia a los divorciados y vueltos a casar, para que participen en el sacramento de la comunión.
El padre Roberto Muñoz Sánchez, vocero de la Arquidiócesis de León; y el párroco Luis Alberto Navarro Franco, señalaron que esto es una oportunidad para miles de parejas de reincorporarse, desde la fe, a la Iglesia sin ser rechazados o discriminados.
Sin embargo, reconocieron que también se abren nuevos retos para la Iglesia y los sacerdotes como el de crear pastorales para que estas personas sean más escuchadas.
El padre Navarro, de la parroquia de la Exaltación de la Santa Cruz, reconoció que lamentablemente muchos sacerdotes rechazaban a los divorciados vueltos a casar, a tal grado de no escucharlas ni en la confesión.
“El Papa Francisco nos invita a los sacerdotes a ver la realidad que se vive. A no juzgar a nadie. Se abren muchas puertas porque nos deja especialmente a los sacerdotes actuar con el criterio basado en el amor y la misericordia, y buscando el bien de la persona”, señaló.
Apuntó que es también la esperanza para muchas personas que han decidido vivir en adulterio de retomar la comunión y vivir en gracia de Dios.
“El Santo Padre nos invita a abrir los corazones y a escuchar a la gente. Reconozco que hay algunos sacerdotes muy cerrados que no saben escuchar. Ahora el reto es generar una pastoral para estas personas y reintegrarlas a la vida de la Iglesia de manera plena”, apuntó.
En relación al rechazo a los matrimonios gay, dijo que las personas en esta situación deben ser respetadas y no marcadas.
“Pero más que hablar de las personas en esta situación el Papa habla contra ciertas circunstancias sociales”.
“No se puede llamar matrimonio a su unión, porque el matrimonio es un sacramento, es un proyecto del plan de Dios que es para generar vida entre un hombre y una mujer”, subrayó el Presbítero.
Por su parte el vocero de la Arquidiócesis, el padre Roberto Muñoz Sánchez, dijo que desde 2014 se había hecho la propuesta de reintegrar a las personas divorciadas y vueltas a casar, y que ahora el Sumo Pontífice ya presentó el documento conclusivo con el que se da respuesta a una serie de inquietudes.
“Se busca acoger a las personas que viven en esta situación, reintegrarlas a la Iglesia y no rechazarlas. Darles oportunidad de una mayor integración social, pues no están excomulgadas”, explicó.
Respecto a los matrimonios homosexuales, aseguró que la Iglesia católica nunca estará de acuerdo en esto, pero que sí hay un respeto y no les cierra las puertas.
El Vocero destacó que esto representa un importante avance para una mayor integración familiar y social, pues se busca disminuir el alto índice de parejas que se separan o viven en unión libre.
Incluso recordó que el mismo Papa Francisco ha hecho reformas para agilizar los trámites para invalidar matrimonios religiosos, pues algunos procesos duraban años y ahora se busca simplificar los trámites.
De acuerdo a las estadísticas que se tienen en la Arquidiócesis, anualmente un promedio de 400 personas acuden a solicitar informes para nulidad de matrimonio, en su mayoría parejas jóvenes. Sólo se procesan y se otorgan un promedio de 50.
El padre Muñoz señaló que la medida del Papa es buena, pero que para agilizar el proceso se requiere más personal en el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis, pues actualmente está constituido por sólo cuatro canónigos.
Por último, el Vocero de la Arquidiócesis de León informó que de acuerdo a las estadísticas este tipo de solicitudes han ido a la baja en los últimos tres año.