Resistir una jornada de trabajo extensa no sería posible sin un calzado cómodo. Con 31 mil 834 personas dedicándose a trabajar en el sector salud, según las cifras del INEGI, el número de potenciales clientes esperan encontrar un calzado que se adapte a sus necesidades. 

El calzado clínico, como lo definen sus fabricantes, tiene dos características clave: es elaborado en color blanco y debe ser confortable para resistir el uso diario por periodos prolongados. 

El sector médico, como enfermeras y dentistas, no es el único al que va dirigido este producto. El zapato blanco alcanza incluso la industria de alimentos y hotelería; siendo usados por chefs, recamareras y personal de servicio.  

Mientras que algunos fabricantes dedican exclusivamente su producción al calzado clínico, en otros casos forma parte de una línea de producción que incluyeron a solicitud de sus clientes.

Estas son las historias de fabricantes de calzado leonés que decidieron “blanquear” su mercado. 

Dr. Josué

El total de la producción de la marca de Doctor Josué va enfocado al calzado clínico, explicó Luis Servando Gudiño López, responsable del diseño. 

Cuba es el destino final del 10% de su producción, la cual se envía a través de proveeduría de hoteles. A esto se suma la fabricación que hacen para la marca “Corecasa Uniformes”, que se distribuye en España. Este producto se hace con la marca del cliente. 

La distribución de su producto es en Guadalajara, Michoacán y Monterrey, siendo poco lo que venden de manera local.

…y también llegan
a la SEDENA

 

En Querétaro son proveedores de la Secretaría de Salud, a la que le han surtido 15 mil pares. Para la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) surten 4 mil pares, dos veces por año. 

Servando Gudiño explicó que sus zapatos se extienden a hoteles, restaurantes y meseros, ahí cada par encuentra su usuario final. 

Su producción inicial era de medias docenas (6 pares), actualmente producen 800 pares semanales. En la planta trabajan 20 personas y cuentan con dos maquilas de pespunte externas. 

En su catálogo de productos incluyen 130 modelos que se combinan con suelas y aplicaciones; tratan de que sean 60 los modelos fijos.

Cada seis meses se proponen al menos cuatro modelos nuevos, para ello se toman en cuenta las observaciones de los clientes finales y reciben sus comentarios para facilitar el uso.

Inician por casualidad 

 

La empresa la inició su abuelo Jesús Gudiño, quien se dedicaba a fabricar calzado escolar y de confort para señores de la tercera edad. Llegar al zapato clínico fue una casualidad. 

Una tía de Luis era enfermera, fue ella quien les pidió unos zapatos blancos. Jesús los hizo y después las compañeras de trabajo empezaron a pedir el producto. 

“Se corrió la voz de lo que hacíamos –zapato de enfermera-”. Fue así como encontraron su mercado.

La empresa tiene 40 años dedicándose al calzado clínico. Actualmente trabajar esta línea de productos es sencillo, reconoció Luis, quien trabaja en sociedad con su padre. 

El principal problema cuando iniciaron era la proveeduría porque los fabricantes de piel y suela se resistían a producir el color. Los pedidos mínimos eran de 300 pares, actualmente con el tenis y la moda es más sencillo.

La proveeduría de piel desde el inicio fue a través de un amigo de la familia, que comenzó con ellos -eran su único cliente de color blanco-.

Luis Servando explicó que para que el zapato sea confortable se necesita la piel tamboreada, proceso que la deja suave, eso le quita capas plásticas y lo hace transpirable. Debe ser piel genuina, no pueden utilizar sintética.

La suela debe ser de material ligero como el PU (poliuretano), con huellas antiderrapantes. Esto es importante en el sector de la cocina para uso de chefs, quienes ocupan un calzado con injertos para evitar que se resbalen con el aceite.

Zully & Jully  

La búsqueda por diversificarse fue lo que llevó a la marca Zully & Jully a comenzar con la fabricación de la línea de confort para señora. Ahora el mercado les ha ido marcando el camino hacia el zapato de servicio.

Luis Javier Rodríguez Palencia, director de la empresa, platicó que llegaron a esta línea a través de sus clientes y la necesidad del zapato blanco como una opción. El calzado nació de sus líneas de confort para dama. 

Con el zapato médico exportan hacia Jamaica y Estados Unidos; esto representa el 5% de su producción. Sus productos van enfocados a hoteles y servicios. Además de esto surten para catálogos de las marcas Price Shoes, Cklass y Viviana.

Además de estos clientes, Zully & Jully distribuye su calzado en zapaterías especializadas en zapato para enfermeras, como La Estrella, en Ciudad de México. “Las zapaterías buscan satisfacer un segmento necesario”.

De su producción total, el 25% va enfocado al zapato médico, semanalmente producen 2 mil 500 pares. Como empresa querían abarcar el nicho de mercado de la salud, llegando a doctores, enfermeras, empleados de restaurantes y servicios. 

Actualmente su catálogo está conformado por 25 modelos. En la empresa colaboran con 35 personas y para completar algunos procesos en la producción se apoyan con la maquila, una parte del pespunte y el tejido a mano.

Este producto es elaborado en piel flor de vacuno y napa entera, con forro de cerdo y acojinado.

“La gente que lo utiliza son personas que están mucho tiempo de pie (doctores, enfermeras, camareras). Requieren de un zapato de confort y por su tipo de uniforme necesariamente ocupan el zapato blanco”.

La empresa fue fundada en 1999, hace 17 años. El director de Zully & Jully inició como gerente de ventas en una empresa da calzado, posteriormente se dedicó a la comercialización y la inquietud de fabricar fue lo que lo llevó a instalar la planta.  

TM Sharon

El calzado médico es una línea dentro de la producción de la marca TM Sharon, que además produce zapato de confort para dama y caballero.

Crescencio Márquez Pérez, director general de la marca, mencionó que fue a  petición de sus clientes que se incluyó el calzado blanco.

La costa es su mercado principal. Clínicas de Cancún, Acapulco, Ixtapa y Monterrey son parte de sus clientes. Su producción se ha exportado a Costa Rica, Estados Unidos y Guatemala.

En Guanajuato no venden, a excepción de León y Manuel Doblado, en el resto de la República distribuyen en Chiapas, Oaxaca y Sinaloa.

El fabricante explicó que este producto tiene mucho nicho de mercado: enfermería, hotelería y restaurantes, por mencionar algunos. Su producción es de 2 mil pares mensuales y 30% de esta es zapato clínico.

Cuentan con 20 modelos clásicos y el diseño de los modelos se cambia cada seis meses. En cada temporada se promueven 12 modelos nuevos, de los cuales quedan dos fijos con los que se trabaja el resto de la temporada. En la empresa colaboran 30 personas. 

La proveeduría que utilizan es local. Los materiales deben ser fabricados en piel de res y esponja que dé confort, con una horma amplia que dé comodidad al ser usado. 

Un calzado suave con pocas costuras.

Velmar 

De la unión de varias empresas nació la idea de fabricar el zapato clínico. Así lo cuenta Celia Camarena Hurtado, responsable del departamento de coordinación de ventas de la marca Velmar.

Los socios Fernando Martínez y Eduardo Hernández Vela empezaron fabricando patines, pasando al zapato de niño y luego al de confort para dama.

Su producción diaria es de mil 500 pares entre sus diversas líneas. De estos pares, 500 son de la línea médica.

Los sectores que atienden son diversos: salud, hospitales, laboratorios, quirófano y cocinas. Su mercado no se concentra sólo en el sector médico. 

Aparte de la producción clínica tienen líneas caballero, confort, vestir, diabético y zapatilla conservadora. Esta última es una línea con la que buscan licitar para Secretarías y Servicios Aéreos.

El mercado que Velmar atiende es nacional, con distribución en toda la República; para ello  tienen agentes de ventas distribuidos por zonas.

Entre sus clientes se encuentra Deportenis, Zapaterías Francis en Guadalajara, y marcas de catálogo en Monterrey. 

Para el zapato médico se enfocan en buscar licitaciones; una vez que conocen las características que el cliente necesita, desarrollan el producto para fabricarlo.

El mayor volumen de producción se dio a través de una licitación en la que surtieron  45 mil pares.

El catálogo de productos es de 50 modelos. Un diseñador se encarga de dar variedad al producto cada seis meses, pero este calzado es de modelos conservadores que funcionan para el mercado al que va dirigido. En la empresa colaboran 200 personas. 

Flexi, uno de sus clientes

Una de las razones por las que este calzado tiene que ser blanco es por un tema de limpieza donde este color permite que sea más fácil detectar manchas.

Hay especificaciones que se deben cumplir como el uso de agujetas y la forma lisa para facilitar la limpieza, además de ser cómodos, por los periodos que los usuarios pasan de pie.

Cuando la empresa inició hace 36 años con el zapato clínico, sus primeros clientes fueron el Seguro Social y el ISSSTE; actualmente atienden el sector salud en los estados de Zacatecas, Aguascalientes y Ciudad de México, en hospitales privados.

Dentro de su producción maquilan para la marca Flexi. En relación a este cliente, la coordinadora comentó que el reto es conservar la calidad, ya que diariamente se audita la producción que se tiene programada para entregar. 

Con Flexi trabajan desde el año 2006. Exclusivamente a este cliente se le producen mil 300 pares diarios. 

 

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