Más de 18 años respaldan como socorrista a Gustavo Hernández Rincón, quien sus 28 años de edad tiene mucha experiencia en esta ámbito, ya que tiene el título de Técnico en Emergencias Médicas.

Actualmente Gustavo es coordinador de Voluntariado en Protección Civil y además de eso colabora como paramédico en Caminos y Puentes Federales.

Relató que ha dedicado su vida desde el año de 1995 a ser socorrista, ya que a la edad de 10 años se interesó por los primeros auxilios y de allí surgió la idea de dedicar su vida a esta actividad.

En ese tiempo, un amigo le comentó que podía acercarse a la Cruz Roja, donde daban distintos tipos de cursos, los cuales fue tomando para llegar a convertiste en lo que ahora es.

Algunos de los cursos que tomó fueron Socorrismo Básico, después Socorrismo Avanzado, para posteriormente aprender Emergencias Médicas. También tomó cursos como Rescate de alta montaña y Buceo.

Gustavo comentó que a través de los años ha atendido personas y lo que más le gusta es cuando las personas le agradecen al lograr salir con vida de algún  percanse. 

Afirmó que lo importante de ser socorrista es la humildad y el apoyar a las personas cuando más lo necesitan.

“Si no eres humilde con las personas, tu profesión no sirve para apoyar”, enfatizó. 

Gustavo Hernández cuenta que durante todos estos años de servicio siente que ha vivido una gran experiencia en la cual trata de dar siempre lo mejor de si mismo y que lo más importante es continuar siempre tomando capacitaciones para dar siempre una buena atención y trato a quien lo requiera.

Padre de familia

Además de ser socorrista y paramédico de tiempo completo, Gustavo tiene que administrar su tiempo de una manera adecuada para poder brindarle el tiempo que merecen a sus dos hijos, los cuales quieren ser de grandes como él, y a su esposa, quien se siente orgullosa, al igual que sus padres, quienes en sus inicios, nos relata Gustavo, se sentían algo preocupados, ya que ser socorrista es algo que en ocasiones preocupa a algunos padres, pero ahora están muy felices y orgullosos de que el haya estudiado y elegido esta profesión, en la que ayuda a las personas cuando más lo necesitan.

Afirma que personalmente se siente satisfecho con el trabajo que desempeña, ya que salvar una vida lo hace sentirse tranquilo.

Por el gusto que le tiene a su labor, hace una invitación a todos los jóvenes que quieran aprender a ser socorristas, para que se acerquen a instituciones en las que puedan aprender esta actividad que puede ayudar a mucha gente.

Hizo notar que ser socorrista es una actividad en la que siempre hay algo que aprender y que le gustaría seguir desempeñando esta actividad por el resto de su vida.

“El agradecimiento para mi cuando atiendo a alguna persona es una sonrisa, con una sonrisa basta como agradecimiento”, finalizó.

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