Leonesas se unieron a la movilización nacional que por primera ocasión se realizó en 27 estados del País con el fin de erradicar la violencia en sus diferentes tipos hacia las mujeres.

Alrededor del mediodía, un grupo de aproximadamente 180 personas según las propias organizadoras, se dio cita en el Arco de la Calzada y minutos después comenzó a marchar por la calle Madero. La mayoría de las participantes eran mujeres.

“No queremos tu piropo, queremos tu respeto”, “Quiero ser libre, no valiente” y “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, machismo, machismo, se tiene que morir” eran algunas frases que expresaban. 

En años anteriores se hicieron convocatorias con el mismo fin, “Marcha de las putas” y “Basta de feminicidios”, pero hubo menos participación.

En esta ocasión, las organizadoras comentaron que estaban sorprendidas por la respuesta de las mujeres, ya que al ir marchando sobre el bulevar Adolfo López Mateos ya eran más de 300 personas las que se habían sumado a la protesta, entre ellos algunos hombres.

Algunos estados en los que también se realizaron marchas con este objetivo fueron Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Chiapas, Pachuca, Oaxaca, Yucatán, Jalisco, Veracruz, Estado de México, Michoacán, Sonora, Quintana Roo, Tabasco, Guerrero y Tamaulipas, entre otros.

El acoso callejero, el discriminar a la mujer por su forma de vestir y el machismo son los problemas de los que se busca hacer conciencia para erradicarlos.

“Cuando se denuncia una discriminación, lo primero que preguntan es, ¿cómo iban vestidas?, ¿por qué andaban en la calle a esa hora? y ¿por qué visitaban esos lugares? Como si eso justificara ese tipo de violencia”, comentó Mariana Prado, una de las organizadoras de la marcha.

En dicho evento no participaron partidos políticos, ni dependencias gubernamentales.

 

Enfrentan violencia doméstica

En algunos casos, la violencia contra la mujer comienza en la casa, al menos eso fue lo que le ocurrió a Celestín, una de las participantes de la marcha de ayer en León.

“Tengo cuatro hermanos hombres, en una ocasión apoyé a mi hermano y su familia, durante un año les presté mi casa sin pagar renta.

“Ya habíamos quedado en que me pagarían una cuota por seguir viviendo ahí, fui a cobrarle a mi cuñada ya que en varios meses no me dieron nada; al día siguiente mi hermano me mandó llamar a su negocio y le cerró la puerta con llave y me golpeó, yo pude encajarle las llaves, pero me puse a pensar todas las consecuencias y me dejé golpear”, señaló María.

Hoy puede contar su experencia, pero tuvo que pasar por un proceso físico y psicológico para enfrentarlo y es que además no recibió el apoyo de su mamá.

“Mi mamá me preguntó que qué le había hecho (a mi hermano) para que me pegara y me dijo que ni se me ocurriera poner denuncia”, comentó Celestín. 

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