A simple vista son vagones abandonados, pero al interior guardan historias.

Estos vagones en el pasado tuvieron la oportunidad de recibir a niños, a los cuales les fueron impartidas clases en ese lugar.

Al caminar por las vías del tren, se puede apreciar que han quedado abandonadas las estructuras que en el pasado albergaron a varios niños que cursaban desde primero a sexto año de primaria.

Los vagones están ubicados a lado de las principales vías del tren que pasa por la ciudad, a altura del Paso de las Ovejas.

Dentro de los vagones aún se pueden apreciar dibujos que los alumnos dejaron plasmados, realizados con gis sobre las paredes internas de dicha instalación.

Años atrás era común que familias de ferrocarrileros que vivían en los vagones del tren viajaran por el país con sus casas rodantes, para dar mantenimiento o ampliar vías del ferrocarril.

La escuela primaria que funcionaba en estos vagones llevaba por nombre Escuela Primaria Federal Mártires de Chicago, con clave 14DPR0553Z, y tenía un horario matutino de 8 a 1 de la tarde, según recuerdan las personas que viven cerca de las vías del tren.

La escuela fue fundada el 15 de septiembre del año 1982 y funcionó hasta el año de 1996.

En entrevista para AM, una ex alumna de la escuela, llamada Blanca, quien estudió en ese lugar hasta quinto año de primaria, cuenta cómo a pesar de que las condiciones y el espacio no eran las óptimas para estudiar, recuerda con gusto su infancia allí.

La escuela formaba parte del Sistema Multigrado de la Secretaría de Educación Pública (SEP), es decir, que el maestro impartía clases en un mismo espacio a todos los grados de nivel básico.

Para los niños que estudiaban en esta escuela resultaba realmente divertido el poder aprender y jugar dentro del vagón del tren.

Los niños que estudiaron en estos vagones se educaban en matemáticas, español, geografía e historia, entre otras materias.

“Nos daban clases de primero a sexto y la maestra cada año nos pasaba de año de acuerdo a lo que habíamos aprendido”, relata Blanca, de 39 años de edad.

Cuenta que tuvo que dejar la escuela para trabajar, pero tiene buenos recuerdos de ella.

Blanca relata que era una escuela diferente, ya que no era ni es común que en los vagones del tren se impartan clases.

La escuela duró 14 años funcionando, generación tras generación, pero debido a la baja cantidad de alumnos fue cerrada en el año de 1996, ya que en la generación de 1995-1996, al mando de la directora Ilda Aguilar, contaba con solamente un alumno llamado Rigoberto Facio.

El tener solamente un alumno obligó a la escuela a que cerrara, pues no era óptimo darle clases a una sola persona.

A pesar de que la escuela dejó de existir, queda en la mente de varios estudiantes el recuerdo y, además, los vagones que se encuentran a lado de las vías del tren forman parte de la historia de Lagos de Moreno.

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