Regalan el triunfo a rudos

La primera caída fue para los rudos que aplicaron espaldas planas a sus rivales sobre la lona y no dejaron a los técnicos incorporarse, los hermanos Guerrero Universal, Darko y Amorphis, quienes ofrecieron un buen primer episodio.
Previo al arranque de la primera caída, Histeria 2.0 se dirigió a Amorphis para retarlo contra uno de sus compañeros, el tapatío Electrofobia, quien prometió acabar ayer con el luchador piedadense lo que calento el duelo sobre el cuadrilátero.
Histeria fue acompañado por Donovan y juntos castigaron a Darko y Guerrero; a éste le tupieron en serio y hasta “cuerazos” le cayeron pues sabían era el gladiador más peligroso por su experiencia técnica.
Pero en un descuido, los rudos se quedaron con la primera caída y con ello los réferis, El Solobino y “El Chocolate” levantaron los brazos de los ‘malos’ para ponerse en ventaja en este duelo estelar celebrado en la Plaza Principal.
Dos de tres
Ya en la segunda caída las cosas cambiaron y es que los técnicos regresaron a la lucha con mucho coraje y empuje. De hecho Guerrero se cobró los castigos de Histeria que le había propinado al cuello y logró colocarlo contra las cuerdas; Darko hizo lo mismo con Donavan y Amorphis no se quedó atrás contra Electrofobia.
Ya en la última caída los luchadores se dieron hasta con la cubeta y es que los gladiadores encendieron la pasión de los niños presentes en la plaza principal.
Ni técnicos ni rudos en la parte final de la lucha pudieron dominar a su rival, por lo que se esperaba que, en cualquier momento, cualquiera de las tripletas cometiera un error que le costaría la victoria.
Aplica el ‘madruguete’
Así pues, cuando los réferis ‘El Solobino’ y ‘Chocolate’ estaban distraídos invitando a Darko, Universal, Histeria y Donovan a regresar al ring, Amorphis tenía dominado a Electrofobia quien fingió haber sido fauleado en la zona genital que los jueces le decretaron como oficial.
De inmediato levantaron la mano del luchador rudo descalificando a los técnicos y arrebatándoles la victoria ante el reclamo de los gladiadores piedadenses y de su público, pero la decisión ya no se cambió.