Durante la festividad de la Santa Cruz el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, hizo un llamado a los empresarios de la construcción a forjar un Guanajuato más digno y a trabajar a favor del desarrollo de las personas y de sus familias.
En su homilía ofrecida en el templo Expiatorio, Monseñor bendijo las cruces que llevaban los cientos de albañiles ahí congregados.
En la celebración eucarística estuvieron como invitados de honor el gobernador, Miguel Márquez Márquez; y el alcalde, Héctor López Santillana.
Les recordó que la Santa Cruz es un signo que recuerda a Jesús, quien dio la vida por nosotros, y los invitó a poner las cruces en sus lugares de trabajo para que los protejan de accidentes.
Hizo también un llamado a los empresarios para que otorguen trabajos y salarios dignos y justos que permitan a los albañiles y sus familias un mayor desarrollo social.
El Prelado aseguró en la homilía que el trabajo está ligado al ser de cada persona.
“El trabajo es una virtud para poder hacer un mundo más limpio, un mundo mejor. El trabajo es una divinidad. Cada cruz que cargan representa la belleza y la dignificación del trabajo”, acotó Monseñor.
Hizo énfasis en que la Cruz debe ser un símbolo de fuente de vida, de santidad y de salvación.
Añadió que el estudio debe conducir a las personas no sólo a ganar dinero sino a ser mejores en todos los aspectos, a través del desarrollo.
Hizo un llamado a los feligreses a no generar una sociedad de consumo, pues dijo que sólo genera injusticia.
También hizo una invitación a los trabajadores de la construcción a cuidar su trabajo y a defender que siempre sean tratados con dignidad.
“El fin del trabajo es vivir mejor y dignamente”, señaló al final de la misa y los felicitó en su día.
Posteriormente el Arzobispo, como es ya una tradición cada año, posó para la foto con representantes del gremio y luego se ofreció un desayuno en la explanada del templo Expiatorio.
