Con apenas 23 años de edad, José Ramírez es ya una promesa del boxeo profesional pues el joven de raíces piedadenses busca imponer su propio estilo y hacer que su nombre suene fuerte en los encordados.
Su agenda está saturada de entrenamientos por lo que tiene pocos ratos libres. En fechas recientes José se dio tiempo para visitar La Piedad, tierra de sus abuelos y donde cuenta con un sinnúmero de familiares.
A su llegada, el barrio del Santuario ya lo esperaban con alegría. Sus primos, tíos y su abuelita tenían ganas de ver otra vez a aquel pequeño que hace más de 7 años sus padres llevaron a Estados Unidos.
Narraron sus parientes que el carácter de José Ramírez siempre ha sido temperamental, al que no le gusta perder en nada, atrevido y gustoso de los retos; Su temperamento poco a poco lo llevó a practicar el boxeo, primero a nivel estudiantil, luego universitario y ahora ya de manera profesional.
Sus inicios
A los 8 años de edad, José Ramírez se dio cuenta que poseía facultades para practicar el deporte de los puños: “Cuando yo tenía esa edad, la verdad me subí al cuadrilátero y me encantó más por que gané mi primer trofeo en el box.
“Fue ahí cuando me gustó ver cómo me daban el trofeo de campeón a esa corta edad y así, fue creciendo mi deseo por tener más y más victorias porque se siente muy bonito, sobre todo cuando no pierdes”, dijo sonriente.
Su nivel en la categoría de amateur fue creciendo de forma sólida y el número de peleas también. En total ganó 180 batallas en ese sector, logrando con ello que personas de mayor rango en este deporte se fijaran en su talento.
Incluso a los 15 años de edad, ya entrenaba con el equipo olímpico de los Estados Unidos.
A nivel universidad, José Ramírez ya estaba considerado para selecciones colegiales en los Estados Unidos. En el estado donde radica, California, logró hacerse de varios campeonatos a nivel primaria pero también algunos con carácter nacional.
Buena vitrina
Hoy, uno de sus más grandes logros para el joven es haber subido al cuadrilátero en la antesala de la pelea entre el Manny Pacquiao y Timothy Bradley, que apenas se celebró el pasado el 9 de abril en Las Vegas.
Además participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde destacó al llegar a cuartos de final de la competencia de box. Además viene de una etapa amateur donde ganó 11 títulos nacionales, dejando atrás una marca que solo Oscar de la Hoya tenía, con 10 ganadas.
Ramírez es un joven que demuestra humildad pese a que su carrera como boxeador sigue creciendo como la espuma y mantiene los pies en la tierra.
Por los hispanos
Una de las preocupaciones de Martínez es que en Estados Unidos se trate a las personas igual. Sobre todo ahora que el candidato presidencial republicano, Donald Trump, se ha dedicado hablar mal de los mexicanos, “la verdad eso sí duele, pero somos igual que ellos, somos gente de trabajo y si estamos allá es porque buscamos un mejor nivel de vida para nuestras familias.
“Yo voy a seguir boxeando para poner el nombre de México muy en alto, el de La Piedad porque a donde quiera que voy, esa es la encomienda que llevo para demostrar que los hispanos somos gente de trabajo”, reiteró.
Preparación y perfil
A José Ramírez se le distingue por ser un torbellino sobre el encordado, con una fuerte pegada en su mano derecha. Muestra de ello es que de las 18 peleas ganadas, 12 han sido por nocaut.
“La verdad soy muy temperamental, de inmediato me echo encima de mis adversarios, es algo que aún no he podido dominar pero me gusta acabar lo más pronto posible. Tanto así que varias peleas las he ganado en el primer raund”, aseveró el pugil piedadense.
Antes de subir a una pelea, José Ramírez gusta de escuchar música de México y en especial de Michoacán, “eso me hierve la sangre y es la manera en que caliento antes de entrar en acción”.