Hablar de desarrollo tecnológico e investigadores nos remite a países como Japón, Alemania o Estados Unidos; sin embargo, este tema ya no es ajeno en la República Mexicana, ya que el País cuenta con poco más de 23 mil investigadores vigentes, 17 de ellos, eméritos, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Investigadores.
Enfocándonos en Guanajuato, sabremos que se encuentra entre los 10 estados con mayor capacidad científica-tecnológica. A nivel Bajío, es líder con 865 investigadores que se desempeñan en campos como la física, química, medicina y ciencias de la tecnología principalmente.
Son los sectores médico, automotriz, aeronáutico y energético en el que las diferentes instituciones que impulsan la innovación y el desarrollo tecnológico han enfocado principalmente sus investigaciones y proyectos con el fin de atender no sólo una demanda local, sino global.
Crea brazo robótico
El ingeniero en Biomédica originario de Irapuato, Alejandro Ramos de la Peña, se describe como inventor nato, ya que desde una corta edad se dedicó a la creación de robótica.
Un proyecto muy concreto fue el desarrollo de manos robóticas antropomórficas para ser aplicadas como prótesis para animación y simulación. Durante muchos años, ésa fue la directriz de su trabajo.
Sus desarrollos buscan proporcionar soluciones innovadoras en diferentes ámbitos, pero específicamente en el área médica.
“Tenía la inquietud de integrar el área médica con la ingeniería, pero no había una carrera como tal, entonces me di a la tarea de estudiar cuatro años de medicina y tres años de ingeniería biomédica en Monterrey”.
Fue en diciembre del 2015 cuando las direcciones de Novaera y el IECA tuvieron su primer acercamiento con la infraestructura de maquinaria, los ingenieros especializados en materiales y manufactura. La cooperación se realizaría para desarrollar un sistema de cirugía robótica que tendrá aplicaciones en diferentes áreas, destacando la médica.
“Tenemos la parte intelectual y ellos la infraestructura para convertirlo en una realidad. Estamos en el proceso de la firma de convenios para el desarrollo de la tecnología de la cirugía laparoscópica robótica, que es una tecnología única a nivel mundial; y algo que me mueve fuertemente es que Guanajuato se convierta en el número uno en cirugía robótica”, declaró.
Cirugía robótica ahora en el Bajío
Los elementos del robot tienen una longitud del tamaño del dedo índice de la mano, lo que permite una invasión mínima, realizando pequeñas incisiones en el abdomen, por las que se introducen los instrumentos y el cirujano manipula los tejidos desde fuera, ya que está dotado de una cámara que le permite ver y reproducir todos los movimientos que el médico hace.
Alejandro Ramos de la Peña explicó que se debe dar prioridad a la cirugía robótica, ya que hay demanda y oportunidad de mercado a nivel mundial. Empresas trasnacionales como Samsung están apostándole al desarrollo de robots para cirugía robótica.
Destacó que la finalidad de Novaera y el IECA es poder introducir esta tecnología al mismo nivel o superior a lo que ya está en el mercado proveniente de Alemania, Japón y Estados Unidos.
“Ya lo estamos haciendo aquí en Irapuato, lo que nos puede convertir en protagonistas en ese nicho de mercado especializado”, afirmó.
En el país hay tres estados que han integrado el uso de este tipo de robots: uno, en Nuevo León y Jalisco; dos, en la Ciudad de México; cifra que contrasta con Estados Unidos, en donde se utilizan cerca de 2 mil. La idea es que este desarrollo se implemente tanto en el país como en el extranjero.
“El sistema que queremos desarrollar tiene otras aplicaciones como en odontología, micromecánica, microsoldadura, escuadrones antibomba, manejo de sustancias radioactivas, micromanipulación de células y la cirugía veterinaria”.
Se proyecta que en un año esté terminado este sistema de cirugía robótica para comenzar las pruebas de etapa preclínica en puercos, en colaboración con la Universidad de Guanajuato, en veterinaria o zootecnia.
En el 2010, Alejandro Ramos de la Peña recibió mención honorífica por parte de la NASA, en el concurso Create the future design contest, convirtiéndose así en el primer latinoamericano en recibir dicho reconocimiento.
Tarjeta madre para textiles
Paulino Vacas Jaques se desempeñó como investigador en el hospital general de Massachusetts, en donde desarrolló tecnología de punta en el área de medicina. Específicamente generó nuevas técnicas de tomografía para problemas cardiovasculares.
Después, surgió la idea de hacer textiles inteligentes utilizando una tarjeta madre, pero fue hasta que regresó al País, que ingresó las patentes a principios de 2014. Introdujo una más, en un periodo de un año y, posteriormente, se ingresaron esas patentes a trámites internacionales como en Argentina y Europa; estaba listo para comenzar el desarrollo.
“Busqué opciones en el estado y el País para desarrollar el proyecto, en ese entonces se mencionó el enfoque social e infraestructura del Parque La Salle. Fue una apuesta para ver si era factible o no y a través de los esfuerzos ha ido caminando el desarrollo”, recuerda.
Sábana inteligente
En términos del producto, Paulino Vacas se enfocó en dos áreas: el de tecnología que se viste (wear technology) y el área del Internet de la cosas, específicamente en textiles.
“En estas dos áreas lo que hemos hecho es desarrollar una serie de productos que implementan la tarjeta madre. Tenemos una sábana inteligente para el área de salud, que lo que puede hacer es detectar la presencia de la persona en general. Esto ya es el desarrollo de productos finales utilizando la tecnología”, explicó.
La sábana tiene un par de sensores que detectan la presencia de una persona en diferentes puntos, a fin de monitorear de forma no invasiva los movimientos de alguien que tenga problemas de insomnio o depresión.
Además, tiene un chip de bluetooth y una pila, y se maneja a través de la la interfaz del usuario, con monitoreo en tiempo real en una aplicación en dispositivo móvil, en el que indica temperatura, cantidad de humedad y movimientos.
“El valor diferencial es que la tarjeta madre es muy discreta, poco visible, confiable y que te permite de una forma tangible poder cuidar población vulnerable. Hay un mercado interesante, que va desde la gente enferma, los adultos mayores, los niños; es muy versátil, y en México no hay productos similares”.
El reto al que se enfrenta ahora Paulino Vacas es la venta de esta tecnología para complementar los procesos intelectuales como los de negocios. En este sentido ha tenido acercamiento con gente de Silicon Valley, así como algunas empresas nacionales para poder llevar la tarjeta madre al mercado.
CIO refuerza alianza con empresas
Un departamento dentro de la Dirección de Tecnología e Innovación del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), es el lugar de trabajo de Said Salum Ramírez, específicamente en el área de proyectos y gestión tecnológica.
“Nos enfocamos en promover y dar seguimiento a proyectos de desarrollo tecnológico vinculando a las empresas con la parte científica, para que generen un valor agregado a la industria del Estado y el País. En muchas ocasiones, a nivel internacional se consiguen resultados que nacen científicamente del CIO”.
A inicios de 2016 tenían 25 proyectos vigentes y adicionalmente hay proyectos de investigación independientes.
Entre los proyectos que ha desarrollado el área encabezada por Said Salum está el diseño y fabricación de elementos astronómicos para el telescopio de Islas Canarias, además de estar trabajando con empresas como Conagra Foods, Pirelli, Continental y Condumex.
“Un proyecto de impacto social fue desarrollar un sistema de cámara oscura que retoma los principios básicos de la óptica para proyectar una imagen de la ciudad en tiempo real en un panel circular instalado en el cerro de la Bufa, en Zacatecas. Está hecho por medio de un sistema mecánico con controles electromecánicos y mecatrónicos; toda la óptica fue desarrollada en el CIO”.
Desarrollos para grandes empresas
Con Continental, se desarrolló un sistema de visión artificial, a fin de que ellos puedan desarrollar pruebas en sus tarjetas electrónicas y detectar de manera más eficiente defectos en sus productos; esto ya está funcionando en la industria.
En Whirlpool, generaron sistemas de visión combinados con infrarrojo, en donde se hace un análisis radiométrico y termométrico de la flama de las estufas. Con este proyecto, mejoraron el sistema de quemadores y encendido.
Con una empresa que fabrica cableado de fibra óptica, se desarrolló un cladding, que es el recubrimiento de la fibra óptica para hacerla más eficiente y que no tenga problemas.
La ventaja de la óptica, explicó Said Salum, es que aplica a cualquier industria, ya sea automotriz, aeronáutica, de alimentos, textil, inyección de plástico y hasta vidrio. Actualmente, en el estado la industria que más demanda de tecnología genera, son la automotriz, de cuero y calzado, y, últimamente, la de energía.
El alcance de estos proyectos es a nivel local, nacional e internacional, pues se trabaja con empresas de inversión extranjera, de modo que tienen la facilidad de llevar el desarrollo a toda su producción en otros países.
Uno de los objetivos de los proyectos es involucrar al estudiante para que pueda desarrollar parte del proyecto o ciertas responsabilidades. Said Salum destacó que hay una tendencia por parte de los investigadores jóvenes a llevar sus trabajos a la industria, y que el trabajo científico no sólo se quede ahí sin salir del mercado.