Un posible corto circuito provocó un incendio en una fábrica de tintas y aceites para calzado que provocó temor en los vecinos de la colonia El Mirador Oriental, a unas cuadras del Poliforum.
No se registraron lesionados, pero al menos dos bomberos fueron atendidos por paramédicos debido a la inhalación del humo, aunque no fue necesario su traslado a un hospital.
Vecinos señalaron haber visto al dueño de la empresa, Juan Antonio, una media hora antes del fuego, sacando objetos del lugar, pero esto no fue confirmado por las autoridades.
El siniestro calcinó el 50% de la fábrica “Químicos Reno”, marcada con el número 207 de la calle María Alejandra esquina con María Asunción.
La primera explosión inició a las 3:35 de la tarde de ayer y los vecinos de inmediato reportaron a la Central de Emergencia (066).
Dos perros de las casas aledañas brincaron los portones para escapar del fuego que estuvo a escasos metros de los hogares.
Los primeros en llegar al lugar fueron policías municipales y elementos de Protección Civil.
Algunos vecinos salieron de sus casas y con teléfonos comenzaron a grabar el incendio.
Oficiales de Tránsito Municipal fueron los encargados de alejar a los curiosos que interrumpían el trabajo de los rescatistas.
Los Bomberos no tardaron en llegar, pero su ingreso se retrasó debido al corto circuito que se generó en el transformador de la entrada.
El teniente a cargo cortó los cables con precaución, a su vez los socorristas dañaron con herramienta la puerta de acceso para entrar y comenzar a sofocar las llamas que alcanzaron hasta los 30 metros de altura.
“Retírense más por favor, que al abrir las puertas se puede generar una explosión aún más fuerte”, ordenó un tránsito.
Pero la gente se mantuvo inmóvil en la calle y continuaba videograbando el fuego.
Los Bomberos ingresaron a la bodega, y al menos cinco explosiones de gran magnitud las pudieron controlar.
Afuera los presentes escucharon cómo explotaban los tambos con solventes.
“Se siente cómo cimbra el piso y el calor”, decía asombrado un hombre que observaba el fuego a unos metros mientras cargaba en sus brazos a una bebé de tres años de edad.
El humo se pudo observar desde distintos puntos de la ciudad, y en redes sociales los vecinos difundieron imágenes y video.
Sufren crisis nerviosa
Paramédicos de la Cruz Roja, Bomberos y Protección Civil llegaron en las ambulancias para dar apoyo a los rescatistas.
Al menos tres personas tuvieron crisis nerviosa, entre ellas una menor de aproximadamente 12 años de edad.
Un hombre de la tercera edad fue desalojado de su hogar que estaba muy cerca de la fábrica y en la última explosión.
Casi tres horas después, los Bomberos de León, con apoyo de pipas del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), motobombas de otras estaciones y del municipio de San Francisco del Rincón, lograron apagar por completo el incendio.
Desalojan a 130 vecinos de sus casas
Cerca de 130 personas fueron desalojadas de sus casas luego de que una bodega de solventes se incendiara.
“Empezamos a oler quemado y de inmediato reportamos al 066 para que nos ayudaran”, contó Ismael.
Las llamas comenzaron a salir de la bodega y se recorrieron hasta una vivienda, por lo que las autoridades a cargo comenzaron a desalojar a los vecinos.
“Recórranse hasta el Villa, por favor”, exclamó un agente de Tránsito, mientras elementos de Protección Civil acordonaron toda la cuadra para evitar que los curiosos ingresaran a la zona de peligro.
Ante las llamas las familias sacaban a sus hijos y mascotas para alejarse del siniestro.
Sin embargo, algunos se quedaban para tomar fotos o grabar videos del hecho.
Las autoridades les pedían que se retiraran porque el viento podría provocar que los flamazos de los solventes se expandieran hasta la avenida Guadalupe.
De la impresión una jovencita de 12 años se desvaneció entre la multitud y fue atendida por socorristas de la Cruz Roja.
“Sólo es una crisis nerviosa, porque se impresionó al ver las llamas”, contó su familiar.
Alejandra lloraba tendida sobre un cartón, mientras el paramédico la revisaba y le ayudaba a que se controlara.
Atónitos los vecinos estrechaban a sus hijos que lloraban ante el asombro del incendio.
Los bomberos hacían su trabajo y uno de ellos sufrió una pequeña intoxicación y después de ser atendido continuó con su trabajo.
“Ojalá no se vayan a quemar”, dijo un niño de 6 años.
Luego de tres horas de angustia los vecinos de la colonia Mirador Oriental lograron entrar a sus domicilios.