El penal federal de mediana seguridad de Ciudad Juárez, Chihuahua, alberga a Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del “Cártel de Sinaloa”, quien durante la madrugada del sábado fue trasladado en un jet privado a esa entidad, para ingresar a la prisión fronteriza en la que estará a la espera de su extradición. Lo separan sólo 34 kilómetros de territorio estadounidense, de la ciudad de El Paso, Texas.
La reubicación del líder del “Cártel de Sinaloa” se dio horas después de que el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales determinó que es procedente extraditarlo por la petición que presentó una Corte de Distrito de California; con esta opinión técnica jurídica, continúa el proceso en el que ahora toca a la Secretaría de Relaciones Exteriores definir si autoriza su entrega para que sea juzgado ante tribunales estadounidenses por diversos cargos vinculados a operaciones de narcotráfico.
José Refugio Rodríguez, uno de los abogados del capo, informó a EL UNIVERSAL que la defensa fue notificada del fallo del juez, por lo que están en espera de que la Cancillería emita su decisión para actuar legalmente.
Guzmán Loera pasó su primera noche en el ala de máxima seguridad del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9, y de acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad, su reubicación forma parte de la rotación de internos por protocolos de seguridad.
La Secretaría de Gobernación expuso que se debió a que se realizan distintas obras en El Altiplano.

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