La montaña rusa en la que se ha convertido el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff tomó otra inesperada curva ayer, luego de que el presidente interino de la Cámara de Diputados revocara una decisión que adoptó horas antes y que habría sumergido el proceso en la incertidumbre.
El giro tomado por Waldir Maranhao revivió el juicio político un día después de que desatara el caos y ahondara las divisiones entre la clase política brasileña al anular una votación realizada el 17 de abril por la Cámara de Diputados que le había dado luz verde al proceso.
La medida había puesto en suspenso la votación prevista para hoy en el Senado, cuando se decidirá si se suspende, o no, a Rousseff de su cargo.
La medida tomada el lunes por Maranhao generó debate acerca de su legalidad y el presidente del Senado declaró que iba a ignorarla y que avanzaría a toda velocidad con el proceso.
Pero el lunes en la noche, doce horas después del anuncio, el vocero de Maranhao, Marcos Alberto, dijo que el presidente interino había dado marcha atrás en su decisión, por razones que se desconocen.
Reportes noticiosos insinúan que Maranhao fue sujeto de extrema presión por parte de miembros de su Partido Progresista, que desean que Rousseff sea sometida a un juicio político.
Ayer por la tarde, los líderes de varios partidos analizaban formas de retirar a Maranhao de su puesto interino.
El cambio de posición de Maranhao despejó el camino para efectuar la votación de hoy en el Senado sobre si aceptar el juicio contra Rousseff por presuntamente violar las normas fiscales en su manejo del presupuesto nacional.
Maranhao había argumentado que la votación en la cámara baja el mes pasado estuvo repleta de irregularidades, como por ejemplo que los líderes de los partidos le habían instruido a sus miembros cómo debían votar. Maranhao votó contra el juicio político.
La Presidenta ha alegado inocencia y que el proceso de juicio equivale a un “golpe de Estado”.
Los salpica corrupción
Cerca de 60% de los 594 legisladores de Brasil son investigados por irregularidades o afrontan cargos de corrupción, según grupos independientes.
Los dos hombres en la línea de sucesión, si procede el juicio político, son investigados también. Un tercero, el ex presidente de la Cámara de Diputados, quedó inhabilitado la semana pasada, investigado en varios casos de corrupción.