La fundación ProEmpleo realizó su primera graduación del año.
La tarde de ayer un grupo de 140 personas concluyeron la primera etapa de su capacitación del Programa Integral Empresarial.
Esta graduación es la número 53 en la historia de la fundación, este año cumplió su décimo aniversario en la ciudad.
Los graduados son un grupo de 84 mujeres y 56 hombres; entre ellos 105 son emprendedores, y 35 empresarios con experiencia.
Bertha Alicia Villalobos Horner, Directora de ProEmpleo, destacó que esta graduación es la primera de cinco que tendrán en este año.
“No es un proceso acabado, una persona que ingresa va a estar con nosotros a lo largo de toda su vida empresarial, nunca lo dejamos”.
El 74% de los empresarios que han estado en la fundación, han logrado mantener su negocio.
Sumado a esta graduación, se entregaron títulos a quienes ya terminaron totalmente el programa, 15 nuevos empresarios.
La fundación estima que alrededor de 84% de empresas que se capacitan, sigue creciendo después de su segundo año de vida.
“El tiempo estimado para que un negocio despegue es de dos años, la curva de aprendizaje de un negocio es de cinco años”, dijo.
El Secretario de Desarrollo Económico Sustentable, Guillermo Romero Pacheco, invitó a los graduados a no temer al fracaso, que puede ser una oportunidad de aprendizaje.
Exhortó a los emprendedores a ver en su negocio una forma de realización.
“Si la necesidad se puede conjuntar con su sueños, no se necesita un negocio grande, sino algo que te realice”, sostuvo el funcionario.
Jorge Videgaray Verdad, Consejero y fundador de ProEmpleo señaló que no es buscando atajos mágicos como se consigue el éxito.
Con una experiencia de cuarenta años como empresario, Videgaray Verdad dijo que de la experiencia es de dónde se generan las ideas.
“El proyecto de emprender requiere pasión, audacia, y la capacidad de observar los talentos”.
Los graduados de esta generación, generaron proyectos diversos entre los que se encuentran talleres mecánicos, postres, ladrillos ecológicos, drones de vigilancia, incluso una empresa que se encarga de organizar la petición de matrimonio.
Santiago Moreno, uno de los graduados, habló de su experiencia: su proyecto consiste en instalar un servicio de masajes para que personas como él, que tiene discapacidad visual, puedan tener una opción de trabajo.
“Me he enfrentado a fracasos, pero me han dado las armas”, dijo.