Para Antonio Vargas Navarro, presidente del Centro de Producción más Limpia del Bajío (CPLB), toda empresa puede ser mejorada con proyectos que van con la sustentabilidad. 

El tema ambiental y la preocupación de las empresas de tener menos desperdicios y fugas está tomando auge. Vargas Navarro lo atribuye a la llegada de empresas japonesas y norteamericanas con un alto grado de exigencia.

Las regulaciones ambientales  impedían las exportaciones. 

Mencionó el encendido escalonado de maquinaria en el sector industrial; este cambio mejora el consumo de electricidad.  

Qué hace el CPLB

En colaboración con Sergio Ponce López y un grupo de consejeros, trabaja en la capacitación, implementación y asesoría en temas sustentables. 

La sustentabilidad es realizar actividades que no perjudiquen a las generaciones futuras, sin deteriorar su calidad de vida. Esto más que un tema ecológico es una forma de trabajo, que permite mejorar los procesos productivos siendo eficientes. 

El programa del CPLB está dividido en tres aspectos: capacitación, implementación de proyectos sustentables y asesoría.

La capacitación permite que el personal pueda aplicar recursos para ser menos contaminantes, dando mayor productividad. 

En la implementación mejoran los procesos, evaluando lo económico, que se vea reflejado en menor impacto al ecosistema.  

En la asesoría se aplican temas de sustentabilidad, recursos eficientes y producción más limpia.

Un curso de capacitación abarca de ocho a cien horas; al finalizarlo se tiene una mayor conciencia ambiental, con los resultados pueden medir los indicadores y desarrollar mejoras. 

La certificación se obtiene a través de las instancias gubernamentales, dependiendo del curso y el modelo de la capacitación.

La historia del centro 

En la década de los noventas un grupo de empresarios norteamericanos hizo una visita para conocer la oferta productiva del estado. En cuanto a producción, consideraba que la parte ambiental no se estaba cumpliendo.

De ahí nació la idea de desarrollar un proyecto para que las empresas de  Guanajuato pudieran ser candidatos de exportación.

La Cámara de Comercio y el Banco Interamericano de Desarrollo ofrecieron un plan de mejora para los sectores alfarero y marroquinero. Guanajuato se interesó en esta capacitación pero incluyeron otros sectores: curtidor, químico, automotriz, hotelero y hospitalario.

Fue así que en alianza con el Gobierno Federal y Estatal se abrió en 2005 una oficina en León que atiende cinco estados.

En el mundo hay 63 centros. En México hay dos oficinas, en América Latina hay 12 centros. 

En 10 años el centro capacitó 333 empresas del Bajío. Y ha desarrollado proyectos en El Salvador, Honduras y Perú.

Con esta capacitación forma 17 colaboradores por año.

En el centro colaboran cuatro personas, a ellos se suman ocho consultores especialistas. 

Cualquier empresa de proceso y servicios puede tomar los cursos. En temas ambientales no había valuación de cómo cuidar el medio ambiente, el ahorro y  la eficiencia operativa que ahora se refleja en rentabilidad.

Huella hídrica 

Parte de la concientización está a cargo de Alma Gloria Muñoz, quien es Ingeniera Química.

Ella se hace cargo de explicar la huella hídrica, sobre las necesidades en el uso del agua. 

Todo lo que se consume genera un gasto de agua y consumo de energía para elaborarla. La pregunta es: ¿Cuánta agua durante tu vida útil estás utilizando?

El uso que le das en tu vida diaria, laborar, personal y social, todo al final tiene que ver.

Alma Gloria busca la concientización en las personas para que esta idea se haga extensiva en su entorno laboral, independientemente de las actividades a las que se dediquen. 

Modifica procesos Ixaya 

Modifica procesos

Ixaya 

 

Gustavo Moya, director de la empresa Ixaya, participó en una capacitación del CPBL y actualmente es consejero. 

Explica que hay un gran porcentaje de empresarios que no tiene un conocimiento previo de los daños ambientales e ineficiencias que tienen en sus procesos. 

Ixaya es una empresa de servicios dedicada al desarrollo de software. Por la naturaleza de su negocio, generaba mucho gasto de papel. 

Optó por imprimir lo mínimo, esto le ahorra dinero y emisiones de dióxido de carbono (CO2), lo que afecta directamente la tala de árboles.

En su trabajo se utilizan muchas computadoras; una computadora consume alrededor de 600 watts por hora, es decir 5 mil watts por día.

Resolvieron esto cambiando a computadoras Apple, lo que ha reducido el consumo a 100 watts por computadora, una reducción del 80%.

Estos cambios también los aplicaron en la iluminación de pasillos, cambiando los focos de 100 watts por luminaria led con lámparas de 10 watts, las cuales pueden iluminar igual una zona de trabajo. 

Estos cambios les trajeron una reducción del 95%, por ejemplo un gasto de luz de 10 mil pesos mensuales equivale a 120 mil pesos anuales, con estos cambios se reducen a mil 500 pesos con impacto inmediato.

Los cambios los hicieron a través de un análisis para determinar la iluminación correcta, reduciendo el consumo de electricidad y las emisiones de calor.

Sectores que pueden beneficiarse

El equipo del CPLB mencionó otros ejemplos para explicar los beneficios del programa. 

En la curtiduría se puede emplear el reciclaje de cromo, lo que reduce costos ya que el desecho se puede vender. El beneficio ambiental de no desperdiciar es alto.

Cuando las empresas de calzado utilizan aire se pueden tener fugas, estas ineficiencias cuestan y rara vez las empresas se dan cuenta.

La mayoría de las empresas tiene ineficiencias. En el momento de reducir fugas se reduce el consumo de electricidad, el que tengan un menor precio en la manufactura genera mayor utilidad.

El programa busca reducir costos con paneles solares, almacenamiento de energía, condensar agua y la generación de energía eléctrica.

Nivo Golden

Complementan sustentabilidad 

Jéssica Tiscareño García y Óscar Nieto Vázquez están al frente de la empresa Nivo Golden, un negocio dedicado a la elaboración de productos para perros, hueso de carnaza, rollos, donas y galletas.

El perfil de la empresa es de exportación, el  99% de su producción es enviado hacia Estados Unidos y Canadá.

Como empresa ya tenían las certificaciones necesarias para exportar, estos requisitos van de la mano con los requerimientos que tiene el CPLB.  

Pero ahora su objetivo era buscar la regulación de empresa limpia, lo que incluye las descargas al Sistema de Agua Potable (SAPAL). 

En su caso, la institución se acercó para promover la capacitación; coincidió que la empresa estaba llevando a cabo su certificación.

En 2015 iniciaron su capacitación, Nivo Golden ya tenía un sistema de calidad, la colaboración con el centro fue para que los ayudaran a estructurar mejor la empresa.

“Teníamos todo pero hacía falta estructura. Al tener mayor experiencia ellos nos apoyaron”.

Integraron el uso adecuado de maquinaria, seguridad, primeros auxilios, extinguidores, equipo de seguridad y crearon un código de ética, buscando trabajar en armonía.

Para ello se realizó un estudio de gases, temperaturas, medio ambiente, separación de basura. Todo esto ya se hacía, sólo lo alinearon con la capacitación. 

“No arrancas en la perfección, teníamos todo, sólo se alineó. Ya estábamos trabajando con el mercado de Estados Unidos”.

Estuvieron ocho meses en la capacitación, se les realizaron auditorias y se hicieron recomendaciones correctivas.

Actualmente continúan trabajando para poder obtener el certificado de empresa limpia.

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