Luego de un proceso de 16 años el constructor Óscar Eduardo Ramírez López tomó posesión de un terreno de  mil 506 metros cuadrados en el Parque Metropolitano, pero no se cerró la pista en un tramo de 300 metros lineales porque siguen las negociaciones con el Municipio.

El abogado Florencio Antillón Nieto, representante legal del empresario, negó que se haya tomado posesión como un medio de presión contra las autoridades pero justificó que se debía hacer legalmente por orden del juez décimo civil.

“Ya no podemos seguir esperando una respuesta del Municipio. Ya se tomó posesión y tal vez ya no se regresaría al Municipio. Esto sería decisión del propietario”, señaló el litigante.

Manifestó que la actuaria sólo ejecutó el cumplimiento de la resolución del juez décimo de lo Civil, que es la entrega material y jurídica del predio que se ganó legalmente.

Alrededor de las 10 de la mañana de ayer la actuaria del juzgado décimo, Cecilia Hernández Jasso, llegó a las instalaciones del parque para dar posesión del terreno a Ramírez López.

No hubo representantes del área jurídica del Municipio. Sólo estaba el director del Parque Metropolitano Rigoberto Montes Palomares, quien dijo que respetaba la decisión del juez.

Empleados terminaron de desalojar el terreno utilizado como taller mecánico y bodega donde guardaban maquinaria, herramienta y todo tipo de “tiliches”.

El terreno colinda con el Colegio Oviedo y con una bodega.

La pista no se tocó, pues el propietario dijo que esperaría un tiempo prudente para tratar de llegar a un acuerdo con el Municipio, pero dijo que en caso de no concretarse, cerrará la pista a la altura de la primera subida.

Por último manifestó que en la administración de Ricardo Sheffield Padilla trató de concretar un arreglo; sin embargo, dijo que el ex alcalde panista le llamó “roba parques” y que lo difamó, llegando posteriormente hasta los golpes, por lo que entabló una demanda contra el ahora diputado federal.

‘Soy el dueño de la presa’

Óscar Eduardo Ramírez López aseguró ser el propietario de la presa de El Palote y de los terrenos colindantes.

Manifestó que fue una herencia familiar porque su abuelo era el dueño y que nunca le pagaron la afectación cuando se construyó el embalse.

Narró que la hacienda de “La Bóveda” fue adquirida en el año 1900 por su abuelo Jesús Ramírez, quien construyó en 1926 un bordo de piedra, mezcla y ladrillo con tres compuertas para captar el agua que bajaba de la sierra.

Reveló que en 1953 autoridades seleccionaron la hacienda de su abuelo para construir una presa, debido que era un terreno propicio para almacenar agua.

Lo anterior porque ya había una presa y tres norias, además de que por su extensión el predio resultaba propicio para controlar las aguas que escurrían.

“El Gobierno Federal llegó un día y tomó posesión, como se hacía antes, pero nunca hubo indemnización por las afectaciones. Mi papá poco antes de morir nos dijo a los ocho hermanos que si queríamos pelear judicialmente estos terrenos y sólo yo le entré”, señaló Ramírez.

Añadió que desde hace 16 años buscó lograr un acuerdo con las autoridades municipales que lo ignoraron. Luego contrató a un abogado que sólo le hizo perder tiempo y dinero.

“Hasta que contraté a Florencio (Antillón) y en 15 minutos resolvimos esta situación. Yo soy dueño de la presa y la recuperación de terrenos la llevamos por partes”, explicó.

Reconoció que en sí el vaso de la presa de El Palote es propiedad federal de la Conagua, aunque no tienen jurídicamente documentación, pero los terrenos que están alrededor son de su propiedad, en base a las escrituras que recibió de herencia.

Inició por recuperar unos predios donde antes se ponían a secar cueros y ahí donó para la construcción de un templo. 

Luego recobró otro terreno que vendió al Colegio Oviedo, cuyos dueños también están interesados en comprarle el recién recuperado porque colinda.

Rescató otro ubicado en la parte posterior del terreno del que tomó posesión ayer y que vendió para una bodega.

Pero la “joya de la corona” es un terreno de nueve mil 924 metros cuadrados que colinda con el muro del fraccionamiento La Marina y del que espera tomar posesión en 15 días más si no llegan a un acuerdo. Ahí se cerraría un tramo de más de 300 metros lineales de pista.

Ve daños por cierre

El director del Parque Metropolitano, Rigoberto Montes Palomares, aseguró que el cierre de tramos de la pista de siete kilómetros afectaría a más de un millón 500 mil personas que acuden de visita o a practicar algún deporte.

Ayer el empresario Óscar Eduardo Ramírez López tomó posesión de un predio de mil 506 metros cuadrados, el cual abarca un tramo de 300 metros de pista; ésta no fue cerrada en espera de llegar a un acuerdo con las autoridades municipales.

El funcionario se concretó a ver la medición del terreno y a dar instrucciones para que sacaran los “tiliches” que se guardaban ahí; señaló que el lugar también era utilizado para resguardar los vehículos del parque y como bodega del área de mantenimiento.

“Espero que el Ayuntamiento siga con la negociación con el dueño de los terrenos, sobre todo el terreno que más afectaría es el de las playas, de más de nueve mil metros cuadrados”, dijo Montes.

Agregó que pese a que se podría tener la opción de construir un puente, es más importante seguir conservando los terrenos que ya perdió el Municipio y que ahora buscan recuperar.

“En caso de que se pierdan en forma definitiva analizaremos una estrategia para no afectar a los usuarios”, aseveró.

Por último, rechazó que los predios se hayan perdido por fallas del actual departamento jurídico del Municipio.

“Esto se iba a dar tarde o temprano”, subrayó.

Se convierte abogado en ‘coco’ del Municipio

El litigante Florencio Antillón Nieto se ha convertido en el “coco” del municipio de León en los últimos dos años.

Le ha ganado al Ayuntamiento cuatro demandas millonarias. Dos del empresario del transporte, Fernando García Murguía; y dos del Parque Metropolitano, pero está en juicio una más.

En 2014 el abogado interpuso dos demandas en contra del Municipio y ganó ambas 

La primera por parte de la empresa denominada Sociedad Integradora del Transporte Público General Francisco Villa (Intrap), cuyo presidente es Fernando García Murguía, “por daños y perjuicios” cuando se puso en marcha el Sistema Integrado de Transporte (SIT).

García reclamó daños por más de 25 millones de pesos y se asegura que la presente Administración ya se los pagó.

En ese mismo año Antillón presentó otra demanda contra el Municipio, en este caso fue por la afectación de mil 500 metros de la base de Taxitel en el bulevar Morelos por las obras del distribuidor vial Benito Juárez, en el Campestre, por seis millones de pesos.

También la ganó y aseguran que el Municipio ya pagó.

Pero el litigante ahora ganó otra demanda contra el Ayuntamiento por un terreno de mil 506 metros cuadrados en el Parque Metropolitano.

El empresario Óscar Eduardo Ramírez López tomó ayer posesión del mismo y pretende venderlo en seis millones de pesos. 

También ya ganó la demanda de otro predio de casi 10 mil metros cuadrados, cerca de una hectárea, en el mismo Parque Metropolitano, cuyo valor estiman en más de 48 millones de pesos y del que podría tomar posesión en 15 días. 

Pero hay otro terreno de 400 metros cuadrados en el mismo parque,  el cual colinda con el templo de Cristo Rey; el afectado también interpuso demanda contra el Municipio y espera que el juez también dé una resolución favorable.

El litigante señaló que hay fallas muy notables en el Municipio, pues lejos de buscar resolver las demandas o llegar a una negociación, las minimizan y dejan pasar el tiempo.

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