Los matrimonios entre personas del mismo sexo nunca se podrán equiparar con la unión entre un hombre y una mujer, ya que no aportan nada al genoma humano y que sea legal no significa que sea justo, así lo consideró el obispo de Celaya Benjamín Castillo Plascencia, toda vez que el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, presentó una iniciativa de reforma constitucional para aceptar el matrimonio entre homosexuales y la adopción de niños en esas parejas.
De acuerdo con el obispo, aunque la unión entre personas del mismo sexo sea respetada por la ley, la Iglesia jamás los aceptará.
En cuanto a la adopción por parte de parejas homosexuales, comentó que los niños que sean adoptados ya estarían destinados a crecer dentro de una relación que no es natural o aceptable.