Ayer se cumplieron 7 años de que un grupo delictivo “desapareció” a 8 jóvenes y un adulto en Silao; los padres de familia siguen sin saber nada de su paradero. Todo sigue igual.
Han sido más de 2 mil 555 noches llenas de angustia e incertidumbre, pero con mucha fe y autoridades siguen sin resolver el caso.
Los únicos avances de la investigación fue que elementos de Policía y el director de la Policía Municipal de aquel entonces, resultaron involucrados pero dos años después quedaron en libertad.
Les prometieron
El director de la Agencia Especializada en Secuestros de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato (PGJE), les prometió a los padres una audiencia hace dos años con el gobernador Miguel Márquez Márquez, sin embargo, nunca se ha concretado.
“Nada, ni un avance ni nada, se jactan de tener detenidos, pero de nuestros hijos nada. Todo el mundo se olvidó del caso”
“Han sido años de angustia, hay días en los que llega la noche, la madrugada y uno no puede dormir por estar pensando qué habrá pasado con nuestros hijos”, expresó uno de los papás afectados.
Recordó que la noche del 30 de mayo del año 2009, su hijo acudió a la calle Esperanza a ver a su novia.
De repente, al lugar llegaron entre 4 y 6 camionetas, de las que descendieron hombres armados que se identificaron como policías federales.
Enseguida entraron a la fuerza a un domicilio ubicado a unos metros del cruce de la calle Esperanza con Arenal, de donde sacaron a dos hermanos.
Por desgracia, los jóvenes que estaban en la siguiente esquina y en las cercanías, también fueron privados de su libertad, al igual que otros dos de la colonia Vía 1.
Reciben llamada
Al día siguiente, uno de los padres recibió la única llamada hasta la fecha por parte de los integrantes de un grupo delictivo, quienes le pedían 1 millón de pesos por su libertad.
Antonio de Jesús Escalera Quintana, César Martínez, Melesio Razo Mendoza, Cruz Fermín Maldonado Rangel, Juan Carlos, así como Francisco y Antonio Montañés, son algunos de los muchachos que continúan desaparecidos.
Los familiares exhortaron a las autoridades a continuar con las investigaciones correspondientes para dar con el paraderos de sus hijos, ya que aunque lo único que dicen es que siguen haciendo pruebas de ADN de los cadáveres que hallan, ellos tienen la esperanza de encontrarlos con vida.