La Diabetes es la gran amenaza que enfrentan las sociedades y se clasifica en dos grupos: tipo 1 y tipo 2, con grandes similitudes, pero cuyo tratamiento es variable, debido a las características de cada uno, dice la educadora en diabetes, Elizabeth Luna. 

“Es importante diferenciarlos bien e identificar cuál de los dos tipos de Diabetes se padece para darle tratamiento adecuado”, por lo que es necesario acudir con un especialista. 

No reutilizar agujas y jeringas. No se puede olvidar que las jeringas y agujas para la aplicación de insulina son dispositivos médicos desechables, para un solo uso. 

La mala práctica del reuso puede afectar el control glucémico, la eficacia del tratamiento y daños en la piel como lipodistrofias en la zona de inyección. 

La educadora Luna da recomendaciones para su tratamiento: 

*Identificar el tipo de insulina que el paciente necesita. Sólo puede decidirlo un médico especialista, ya que cada paciente tiene requerimientos distintos y pueden variar según las actividades y hábitos. 

*Alimentación personalizada. Un plan que cumpla con las necesidades específicas del paciente y que sea de su agrado para que no lo abandone. 

*Actividad física. Ayudará a reducir los niveles de glucosa (azúcar en la sangre). Rutina personalizada por un especialista, ya que depende del alcance y posibilidades de cada quien, con el fin de que se logre el objetivo sin abandonarlo y sin sufrir. 

*Información. Una educación en Diabetes permitirá tomar las riendas del padecimiento. Hay que tener cuidado con los rumores, “consejos bien-intencionados”, que pueden resultar contraproducente. 

*Inyección. Aprender la técnica de aplicación de insulina es clave. Se requiere tener dispositivos médicos adecuados.

¿Cómo identificar a la Diabetes tipo 1?: 

Síntomas

 Sed excesiva

Orinar frecuentemente 

Pérdida de peso inexplicable 

Aumento del apetito 

Fatiga 

Visión borrosa 

Aliento con olor a frutas 

Heridas que no sanan 

Azúcar en la orina 

Piquetes en los pies 

Piel reseca 

Infecciones urinarias frecuentes 

Pérdida del conocimiento

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *