Donald Trump va a la zaga de Hillary Clinton por meses, quizás años, en el uso de las modernas tecnologías digitales de campaña para atraer votantes, admitieron especialistas en información que trabajan para el Partido Republicano.
El casi seguro candidato presidencial republicano ha desdeñado la ciencia que define las campañas políticas del siglo XXI, herramienta que el presidente Barack Obama usó efectivamente para ganar en dos mandatos presidenciales y que la campaña de Clinton ha empleado durante casi un año.
Aunque es demasiado temprano para saber si ese retraso representará un problema para Trump, ilustra la diferencia entre su campaña, recalcitrantemente particular, y la experiencia institucional de la de Clinton.
“Ella ha conseguido preparar una campaña para las elecciones generales desde el inicio”, dijo Alex Lundry, ex asesor tecnológico de la campaña republicana de Mitt Romney en 2012. “Ese arranque temprano es extraordinariamente valioso”.
Datos precisos de mercadeo digital y los rastros de una persona en Internet se han vuelto una nueva ciencia electoral que los demócratas han dominado y que los republicanos han buscado durante una década.